martes, 17 de julio de 2007

Astroboy en Gran Teatro Metro

ASTROBOY por Marcelo Marques

Gran Teatro Metro, 16 de junio de 2007

Por poco nomás. Sólo algunas butacas del fondo estaban vacías, la noche del sábado 16 en el Cine Metro, cuando Astroboy comenzó su show pasadas las 21:00hs. Martín Rivero (cantante) desparramó por el escenario toda la soberbia impuesta no sólo en los nuevos temas de Big For The City (Koala Records, 2007) sino también en los radiantes de Automática. Las primeras palabras de Rivero vinieron después de “8 holes” para agradecer y desafiar al público que esperaba un “Gracias” o “Thank you” al menos, pero el cantante brindó un: “Muito brigado”.
El último disco de la banda es cantado en su totalidad en inglés. Incluye su nuevo single “In the City”, que fue el cuarto tema del show. Cada integrante de la banda se destaca tanto por su instrumento como por su look. Por momentos, Francisco Risso (guitarrista) era una especie de Graham Coxon uruguayo mientras que Leandro Boné (guitarrista) destellaba una mezcla de algún integrante de Strokes con alguno de Kings Of Leon. Pero no hay duda que si encontramos una similitud más exacta es con Martín, quien no se puede desprender de su postura Gallagher usando gafas negras y, por esta noche, un jopo en el pelo.
Entre los aplausos del público alguien confiesa: “I love you”, dándole al cantante el pie para una arrogante respuesta: “¿Cómo? ¿Quién? ¿Quién me ama?”. Para “Good Times” la mayoría de las chicas abandonaron sus butacas para ir hacia adelante. La banda podría perfectamente participar en cualquier festival europeo a la par de muchos grupos nuevos que circulan actualmente en este mundo. Pueden lograrlo. El Big For the City lo refleja. Esta ciudad les queda chica para las aspiraciones que tiene la banda.
Ya con el público a gusto y más suelto, Rivero es sincero: “Esta canción se la quiero dedicar a nosotros”.
Por ahí suenan sus clásicos “Did I tell you” y “Burbuja”; las cámaras entre el público filman para dejar alguna ofrenda por YouTube. Por su lado, Javier Vaz Martins (bajista) es el cómplice de Boné durante el show, mientras Pablo Fiallo (baterista) marca a golpes el ritmo. Risso se acerca a ellos cada tanto; es más autista.
En un momento de la función la banda se retira para dejar a Rivero y una guitarra electroacústica haciendo la turfera “Mi Reserva”. “¿Mucha ropa tengo?”, pregunta el cantante, “lo que pasa es que… ¡Qué les importa!” Esta es la actitud que demuestran. Al frontman le importa poco el carisma y todas esas cosas que están por fuera de la música, sin embargo tiene todo un plan sobre el escenario. Los movimientos de los músicos, las frases y las poses están bien pensadas con anticipación. El show finaliza sin bises. Un segundo después del último acorde se encienden las luces del Metro, dejando iluminadas todas las butacas y las pupilas que tratan de adaptarse al cambio de luz.

Julieta Venegas en Cine Teatro Plaza

JULIETA VENEGAS por Marcelo Marques

Cine Teatro Plaza, 12 de junio de 2007

Con más del 50 % de público pre-adolescente en las butacas del Plaza, Julieta Venegas debutó en Montevideo con sus pegadizas canciones. Agradeció a los “montevideanos” (como ella nos llamó correctamente) a lo largo de todo el show. Antes que la mexicana (nacida en Long Beach, California, Estados Unidos, y criada en Tijuana, Baja California, México) subiera al escenario, la banda local Max Capote hizo que muchas nenas gritaran por ellos. Al principio porque pensaban que era el turno de Julieta, y luego porque el cantante demostró que no hay que tener una banda de rock en este país para tener actitud. Max Capote invitó al escenario a Stella Maris (cantante de Rendher, ex-Elefante) para cantar “Julia”, y a Dani Umpi, quién estaba vestido de color dorado, para “Quizás, quizás, quizás.” Pero Umpi apareció, como casi siempre, con Bebé y Pichón, quienes lo acompañaron bailando pasos cholulos y filmándose entre ellos. Las niñas de la tertulia gritaban, a modo de fanáticas, sin haber visto ni escuchado en sus cortas vidas a Max.

Para el turno de Venegas, aparecieron proyecciones en tres pantallas circulares relacionando fotos con el nombre de la gira “Limón y Sal”. En la primer pantalla apareció un limón; en la segunda, un signo de suma (+); y en la última, un salero. El público, en general de sexo femenino y con mayoría de menores de edad (acompañadas por mamá), ovacionó por la entrada de Venegas y su banda quienes comenzaron con “Canciones de Amor”. “¡Qué lindo estar aquí por primera vez en Montevideo!”, dijo Julieta, demostrando su felicidad y antes de tocar uno de sus mayores éxitos: “Algo está cambiando” de su disco Sí. El calor de la sala sumado a los gritos de la niñitas hacían poner incómodos a cualquier persona que quisiera desfrutar del show. Entre la multitud numerosa, muchas infantas de seis a nueve años no entendían si mirar a su artista favorita o darse vuelta y levantar la mirada para observar como las otras, tal vez un par de añitos más grande, aplaudían y agitaban sus brazos. ¡Éste era su primer show musical en vivo! ¡Bien por eso! Recordemos, además, que las entradas se habían agotado algunos días antes.
Aunque Julieta agradeció demasiado entre tema y tema, se lució (aparte de su voz) con el acordeón. Ella es una gran música que ha preferido -en su ya no tan corta carrera- inclinarse para el lado pop, hitero y de MTV, y alejarse del perfil de bandas como Aterciopelados o Café Tacvba con quienes antes tenía más puntos en común.
Pero el Plaza “se desmoronó” a chillidos agudos en el exitoso tema “Limón y sal”, para el cual subieron a escena dos tipos con máscaras de chancho y bailaron pasos de costado. Enseguida de este hit radial y televisivo (el videoclip estuvo en rotación en la cadena MTV por varios y varios meses), sonó uno de los mejores temas de la cantante: “Amores Perros”. Aunque la mayoría del público no conocía este tema –incluido en la banda sonora de la película del mismo nombre- fue uno de los mejores momentos de la función debido a que las nenas estaban calladitas, escuchando y prestando atención. Como para hacer una comprensión lectora de deberes. El resto del público, el joven y adulto, que fue a ver una presentación de una consagrada artista en Latinoamérica, disfrutó mucho más. Otra manera de entender la música en vivo.
Los músicos (un bajista, un baterista, una tecladista y dos guitarristas), que acompañaban a JV, también demostraron lo que saben hacer: tocar sus instrumentos y dejar en claro que son una excelente banda, en donde Venegas se siente bien respaldada. El baterista se acomodaba el pelo (o peluca á la Mars Volta) con una mano mientras la otra hacía lo que deben ejecutar las dos.
“Lento” mostró a un caracol recorriendo lentamente (valga la redundancia) las tres pantallas a lo largo de toda la canción. El exaltado fin llegó con “La jaula de oro” y “Me voy”. Esta última con corito tipo karaoke de tooooodas. Las saturadas butacas sintieron alivio cuando la gente se paró para aplaudir, levantar los brazos y, nuevamente, gritar.
En el obvio bis se destacó una versión bailable y “mueve caderas” de “Sin documentos”, perla de Andrés Calamaro y Los Rodríguez. La despedida de una performance precisa y fructífera vino de la mano de “Andar Conmigo”.
Finalmente, entre el limón y la sal de las pantallas, bajó una lista proyectada con los créditos (desde músicos hasta iluminadores). Como final de película. Sería recomendable que Julieta Venegas volviera a Montevideo a dar un show sólo para adultos y así poder gozar de manera diferente. Queda a criterio del lector lo que entienda por “show para adultos”.

Cursi en Sala Teatro MovieCenter

CURSI por Marcelo Marques

Sala Teatro Moviecenter, jueves 7 de junio de 2007

Con la sala del Teatro Moviecenter que no se completó enteramente y frente a un público familiar, Cursi esparció su pop amistoso mientras Spiderman y Jack Sparrow también intentaban entretener a los espectadores en las salas contiguas.
Los primeros tres temas del comienzo del show “estaban guionados... Ahora sí, vamos a hacer una de Corazón de Hotel que se llama ‘Un servidor’”, dijo Fabián Krut (guitarras y voz). Acompañados por Federico Graña de Vieja Historia en la guitarra eléctrica, la banda dio paso a la voz de Diego Drexler (bajo) quien embelesó cantando “Dame todo”. Desde los extremos superiores del escenario colgaban dos motos haciendo referencia al Delivery (último disco en promoción de Cursi) que por lo general es una misión realizada sobre ese tipo de transporte.
Con bromas y anécdotas de reunión familiar o de amigos fueron circulando las canciones a modo de delivery hacia el público que hasta ese momento sólo aplaudía entre tema y tema. Krut tomó la guitarra electroacústica para “No me dejes de querer “ dejando que el primer invitado de la noche Sebastián hiciera lo suyo con los teclados.
La energía y la temperatura remontaron luego de que la banda emitiera tres canciones con alma de hit. Una de ellas (“Piso 8”, sí, la de Canal 10) aún no está incluida en ningún disco, y las otras dos (“Cada noche mía” y “Confuso”) pertenecen al anterior. Pero “Yo confío en el dolor” logró el punto más alto en el que el público hizo palmas y se destacó con un karaoke casi automático. El segundo invitado de la noche fue el ex Cursi y actual baterista de No Te Va Gustar, Diego Bartaburu. Con su bombardeo de golpes (“bombardeo” para una canción de Cursi) le dio a “Ya va a venir” un touch de latigazos sonoros que hacían falta en el show.
Temas más tarde, Javier Cardellino (actual baterista) se cortó solo. Traqueteó a su instrumento entre luces y flashes por un par de minutos.
Para el final: “Corazón de hotel”.
Para el bis: un triplete: “Balada I”, “Del 2 al 70” con Irvin Carballo, otro ex Cursi en la batería y actual batero de La Trampa, y “La Pachanga Falsa”. “Ahora sí. Un pogo diet” bromeó Krut para dar entrada a la pachanga y a los últimos dos invitados para el coro murguero quienes se divirtieron con las balizas cónicas de la escenografía. El público terminó de pie y moviendo un poco las caderas. Así el show pasó entre palmas e invitados en la batería para dejarnos alguna incógnitas: ¿Porqué pasan tantos bateros por esta banda?, ¿el actual terminará tocando con algún hermano Peluffo?

The Supersónicos en Central

THE SUPERSÓNICOS por Marcelo Marques


1º de junio de 2007

Con disco nuevo bajo el tentáculo y videoclip del tema Neptunia, The Supersónicos se presentaron en Central para revelar sus nuevas canciones y examinar sus anteriores discos.
Si hay algo que caracteriza a los Super es que cada álbum se enfoca en una temática diferente. Han abarcado distintos tópicos como las habilidades de la mente de los terrícolas, los ovnis en el espacio exterior y los robots. Y para no desviarse de ese plan, el nuevo disco Neptunia (Koala, 2007) apunta tanto en sus canciones como en el arte del álbum asuntos referentes al mar (anguila, espuma, submarino, etc.)
Con una iluminación de buen gusto y por delante de unas gigantes proyecciones, Leo, Bob, Pol y Joe aparecieron en escena para deleitarnos con sus nuevas obras sónicas. En las proyecciones de fondo iban apareciendo algunos nombres de canciones de Neptunia en plan de presentación frente al público. “Ameba 500” es una de esas satisfacciones instrumentales con firma sónica. Lo novedoso es que ahora la banda tiene más temas cantados que en sus anteriores placas.
Leo se distinguió con bromas y complicidades con un público fiel que se amontonó en su mayoría delante del escenario y disfrutó las reverberaciones sonoras junto a los ingredientes visuales. Pero no sólo lo nuevo eran las canciones, el disco y la propuesta marítima sino que los cuatro super se lucieron vistiendo nueva indumentaria para Neptunia. Entre proyecciones que invitaban a la gente a gritar (sí, textualmente: ¡Griten! ¡Griten Pol!) y gente que respondía, The Supersónicos fragmentaron su presentación. Para una segunda parte Leo y Bob vistieron juntos una única camisa talle XXL (o más grande) para pasar a ser un hombre con dos cabezas. Pero el hecho inmortal de esto fue que también ejecutaban un solo instrumento. Sí, la mano derecha de Leo rascaba y hacía punteos mientras que la izquierda de Bob marcaba las notas y los acordes en el brazo de la guitarra.
Para otro segmento del show Leo manifestó su petición en contra de las mochilas y las banderas típicas de las bandas de rock. Esto me hizo recordar cuando el año pasado en una entrevista a Leo, le pregunté sobre la “moda rocker” por la que estaba pasando el país. El guitarrista contestó: “No nos gusta la futbolización de ningún fenómeno... Por eso, por lo general, nos gusta ser una banda que no la va a ver gente con banderas”.
En esta misma noche fue proyectado el videoclip de Neptunia dirigido por Diego Martino y Rafa Hernández.
Mostrando su lado surf entre estas nuevas joyas cantadas como “Patricia”, “Piercing en mi corazón” (incluida como bonus track en el CD) y “Laurasia”, los sónicos presentaron el tema “Tina Robot”, algo así como la segunda parte de “Bobtron” del disco Hola Estática. Para el final “Corazón Nervioso” dejó demostrado que esta presentación no tuvo desperdicio. Fue feliz y efectiva.

El Otro Yo en La Estación

EL OTRO YO por Marcelo Marques

La Estación, 26 de mayo de 2007

Con una lista basada mayormente en sus discos editados en los ‘90, la banda de Temperley pasó por Montevideo con un show detonador y prolijo.

Aunque la nueva placa de El Otro Yo “Fuera de Tiempo” aún no ha salido a la calle, los hermanos Aldana y compañía brindaron una actuación en La Estación conmemorando canciones de sus primeros trabajos. La última vez que la banda tocó en Uruguay había sido en la Fiesta de la X (ver en el buscador de este sitio) con un show basado en su álbum “Espejismos” (2004, hasta ahora el último de estudio). Desde que se editó “Espejismos”, El Otro Yo se ha presentado en Montevideo cuatro veces. Es por eso que en esta fecha no podía proponer un set list semejante a los anteriores.
La esperada función comenzó asomando la nariz en La Estación con “Pecadores”, “Llevame” y “La Ola”, un triplete mutilador para dejar sin aliento a quienes estaban en los lugares de adelante. La banda todavía martilla canciones de menos de dos minutos de duración. La lista incluyó 30 temas en un bombardeo de todos sus discos; en especial de los más viejos. Sonaron temas añejos que el grupo sacó del cajón del olvido. Recuerdos los cuales no tocan habitualmente en sus presentaciones como “El Criollo” de Traka Traka (1994), “Analía” y “Personas”, ambos de Los Hijos De Alien (1996).
De todos los shows de EOY en Uruguay en éste María Fernanda Aldana (voz y bajo) se vio amable y muy buena onda con los seguidores otroyoianos del pogo. Su hermano Cristian (voz y guitarra) se dedicó en momento a tomarles fotos a sus compañeros -María, Gabriel Guerrisi (guitarra) y Ray Fajardo (batería)- con el público como fondo para el recuerdo. Y para que él también quedara registrado le pidió a Ray que lo fotografiara segundos antes de que dicho baterista amagara con tirar la cámara hacia los fanáticos. “Un tema que nunca tocamos en Uruguay” anunció Cristian: “Moquiento!!!”. La gente aclamó. Aquella memoria de Mundo (1995) fue una sorpresa en el repertorio. Entre púas que volaban desde el escenario como regalo, no faltaron los clásicos himnos “E.O.Y.”, “La Música” y “Alegría”. Himnos que se sumaron a la expectativa por la aparición del nuevo trabajo de estudio “Fuera de Tiempo” del cual presentaron sólo “Alma Gemela”, canción vocalizada por los dos hermanos Aldana. Este reciente disco ha sido grabado en Argentina y masterizado en San Francisco, Estados Unidos. Esta vez la banda trabajó bajo la dirección artística del productor americano Billy Anderson quien ha hecho su labor anteriormente con Melvins y Sick Of It All.
“No me importa morir” cerró la noche en donde el público se fue satisfecho (pero no empachado) con las ganas de poder escuchar y ver en vivo muy pronto las nuevas joyas que serán incluidas en “Fuera de Tiempo”. Es tiempo de esperar.

Estelares en Dos

ESTELARES en DoS por Marcelo Marques

19 de mayo de 2007

La nueva banda del Prado ilustró la noche de apertura del show de Estelares. Con un disco llamado simplemente “Álbum” los Vieja Historia movieron el piso de DoS con acordes y riffs pegadizos. El quinteto presentó algún cover que otro entre sus hojas verdes sonoras de “Álbum”. Amenizando la oscuridad ofrecieron paso a sus vecinos argentinos: Estelares.La segunda presentación en Montevideo del disco “Sistema Nervioso Central” de Estelares fue encabezada hace semanas por unos afiches que vistieron las paredes de la ciudad. Pasando de epopeyas angustiantes a ofrendas a la pasión, la desconsolada voz de Manuel Moretti comenzó entonando canciones como “Moneda Corriente” y “Mariposas” percibiéndose una mala onda sobre el escenario. Parecía que el hecho de estar ahí arriba era una obligación. El hechizador pop rock de los Estelares emprendía un mal viaje por el aire del lugar. Los rasgueos de guitarra, los golpes de batería y los graves del bajo no consumaban ni conformaban totalmente al público que había llenado el local con mucho entusiasmo. Hasta el himno sentimental “Ella Dijo”, tema en el cual el amor encuentra su refugio únicamente en la cama, fue aplaudido pero no pudo aumentar el ánimo. En realidad no era un problema de las canciones sino de que Moretti no dialogaba con el público entre tema y tema. Pero todo fue solucionado cuando el melodramático intérprete se amigó y confesó que no era uno de esos buenos días. Dejándolo sinceramente en claro: “Es un gusto estar acá”. Una pacífica reconciliación que fue celebrada animando a las personas que presenciaban su firma performance. Todo lo que pareció palidecerse ahora se transformaba en euforia y satisfacción. Moretti agradecía. Moretti sonreía. Y toda la magia subió y se dispersó entre los presentes con la redentora canción “Un día perfecto”, el último corte de difusión de “Sistema Nervioso Central” que alaba a la esperanza. Para el cierre llegaron “El Corazón” y “Aire”, esta última un hit radial y un hit para escucharla en vivo. Así los cuatro de La Plata se bajaron del escenario despidiéndose con sus brazos en alto. Pero el público quería más. Los aplausos se multiplicaron para que los Estelares subieran nuevamente y se salieran del repertorio agregando temas que no estaban incluidos en el set list que tenían pegado sobre las tablas. “Mis palabras no son lo suficientemente contundentes. Muchas gracias. Vamos a tocar esta balada” se despidió el cantante con “Disco Pub”, el primer bis. Y para aquellos que querían más, un segundo bis dejó a los músicos en una encantadora especie de zapada taciturna. Una noche estelar. Un show vibrante que supo esquivar las vallas con las cuales casi se atropella y que subió gracias a la astucia y destreza de Manuel Moretti, un poeta con conciencia.

Entrevista a Dani Umpi

DANI UMPI por Marcelo Marques

Entrevista realizada el 8 de agosto de 2006

“En un momento no diferenciaba La Vela Puerca de No Te Va Gustar. Es como que vivo en un tupper”


Con su disco Perfecto, Dani Umpi comenzó a hacer una performance diferente de lo que venía haciendo anteriormente. Ahora catalogado por muchos como la revelación del electropop uruguayo, Umpi vuelve a sus raíces con un show acústico.

- ¿Cómo hiciste para pasar del formato electropop al acústico?
- En realidad, yo lo primero que hice fue acústico. Empecé a cantar con Adrián Soiza que es el guitarrista. Últimamente lo que más hice fueron los temas del disco que son como electrónicos, y esto es como volver a hacer lo primero que hice. Que en realidad no fue hace tanto y a Adrián lo veo siempre. No es un reencuentro ni nada. Pero nos encanta el formato ese porque somos nosotros dos. Estamos re cómodos.

- ¿Tocan sólo los temas del disco?
- No. Hacemos versiones de temas de otros. Es un repertorio super caprichoso. No tiene coherencia.

- ¿A quién versionan?
- Hago de todo: temas de Jaime Roos, de Néstor En Bloque, de Eurythmics, de Los Redondos, de cualquier cosa.

- Hacías No me importa morir de El Otro Yo. ¿Lo seguís haciendo?
- Sí, lo hago. Lo que pasa que eso tuvo mucha repercusión. Estuvo en un compilado en Argentina y a la vez está en internet. Creo que lo divulgaron los fans de El Otro Yo. No sé que pasó. Pero está todo el tiempo.

- Contame sobre Las Rosano, las veteranas que te acompañan en el escenario cuando tocás.
- Son tres señoras de Tacuarembó pero viven acá en Montevideo. Cada vez que puedo canto con ellas. Lo que pasa es que hay una que está un poco enferma, y a veces yo toco muy tarde. Como que trato de llevarlas cuando es un lugar cómodo, porque tampoco puedo ir de acá para allá con ellas. Es una banda falsa. Ellas hacen que tocan los instrumentos. Eso es una cosa que me interesa mucho. Que sea algo muy artificioso. Que sea como algo en vivo pero que la música no está en vivo. Igual ahora va a haber una tecladista. Es una opción. Yo podría tener una banda pero me gusta que sea así: artificiosa. Y están ellas, y después tengo dos bailarines securities que son Bebé y Pichón. En realidad con ellos estoy siempre. Ahora hacen coros y bailan.

- ¿Qué planes tenés para lo que queda del año?
- Seguir promocionando el disco. Se va a editar el disco en Argentina y en otros lugares más. Allá ya se estaba vendiendo pero era importado. Entonces ahora estoy haciendo toda la transa para que me editen allá. Y a la vez tendría manager de allá, pero todavía no está definido. Estoy viendo todo eso, no tengo mucha idea y como que consulto mucho.

- ¿Porqué elegiste invitados para tu disco? ¿Vos hiciste la selección?
- Sí. Casi todos los temas son con alguien. Tenía la necesidad de estar acompañado. Hay de todo, desde amigos míos que no son muy conocidos hasta otra gente que yo admiro mucho pero que nunca había tenido trato con ellos. Hay artistas que no son de la música, hay músicos. Hay un tema con Paola Bianco y Noelia Campo, está Perciavalles, canto con Ale Sergi de Miranda!, Leandro Viernes, un montón de gente de Argentina y también de acá de Uruguay, Samantha Navarro. Hay un montón.

- Tenés dos videos en MTV ¿Qué sentiste cuando te viste?
- El hecho que los pasaran fue re bueno. Es como algo que quería porque te da mucha difusión. Cuando lo empezaron a pasar estuvo re bueno. Después lo otro que fue mucho más grande es cuando ingresó uno de los temas en el ranking, en el Top 10. Fue bueno porque te abre la dimensión de lo que hacés porque esos son realmente los más votados. Capaz que ahí los temas no son muy buenos, son medios masivos, pero eso quiere decir que hay un montón de gente que te vota. Y para estar ahí son un montón de votos. Igual no ascendió mucho porque estaba lleno de temas que son imposibles de competir. Está Shakira. Igual fue re bueno ese. Ahora tengo un tema nuevo. Gracias a eso el tema nuevo lo están pasando en rotación. No sé si está en el ranking pero está como clip extra. Si llega a estar en el ranking es re salado porque serían dos temas en un mes. Fue muy comentado porque en Uruguay sólo cuatro grupos estuvieron. Te abre, te da prensa.

- ¿Qué música escuchás?
- Yo escucho de todo. No tengo mucho criterio. También soy como muy ignorante. Hay un montón de cosas que no tengo ni idea. Sólo escucho cosas que me gustan y hay de todo tipo de rock, de pop, de tango, de todo. Me gustan como los artistas más que un estilo.

- ¿Cuáles son tus influencias?
- Los artistas que me gustan son los que tienen un mundo particular, más allá de un estilo de música. Entonces como que me gustan todos los que crean un universo. No me gustan cuando dicen: Ah, este cantante es buenísimo porque habla de las cosas que a vos te pasan y es como vos. A mí nunca me gustan esos. Me gusta que sean de otro universo. Desde Xuxa a Marilyn Manson. Me gusta así, no me gusta alguien que sea como yo.

- Leí que no te gusta La Vela Puerca y ese tipo de bandas.
- Tengo amigos que tocan en La Abuela Coca. Pero yo no escuchaba la música. Recién ahora me empecé a abrir y a escuchar más. En un momento no diferenciaba La Vela Puerca de No Te Va Gustar. Pero era porque no escuchaba. Es como que vivo en un tupper. Eso era una limitación mía. En un momento dije: No puede ser que no tenga ni idea. Incluso hay unos temas que me gustan. Después los conocí. Antes yo era muy prejuicioso y a la vez siempre fui muy frívolo. En la adolescencia sólo escuchaba las cosas comerciales, como que si no estaba en un ranking no le daba bola.

- De la nueva camada de músicos...¿te colgás un poco más con el concepto de música que existe hoy?
- Sí, ahora sí. Lo que pasa es que en la adolescencia todo el mundo curte muchas cosas. Yo no curtía mucha música. Lo de cantar es muy reciente, nunca pensé que iba a ser cantante. No tenía la fantasía. Era algo que era secundario. No tenía un interés musical. Eso vino después. Ahora sí soy muy curioso. Me gustan mucho cosas nuevas. Capaz que ahí es medio banal pero es así. Estoy todo el tiempo viendo. Voy a ver muchos grupos. Estoy todo el tiempo tratando de conocer.

- Vos hacés pop pero también estas en la escena under.
- Claro. El pop en Uruguay es un fenómeno extraño porque no existe, porque lo que hay es lo que viene de la cumbia. Entonces no es un pop...de industria. En todos lados hay una industria pop que mal o bien existe. Acá es como más rockero o tiene otro perfil. Todas las manifestaciones de ese tipo de música quedan como si fueran under. Como algo menor. Hay otros intereses masivos. Igual es raro, hay países chicos que tienen una escena. En mi caso es así: por un lado está bueno porque hace moverte con cierta libertad, pero por otro lado nunca hay un lugar donde uno esté cómodo totalmente. Si bien yo toqué con un montón de grupos y me invitaron a un montón de cosas (Fiesta X, por ejemplo) o toqué con bandas de rock como invitado, nunca en un evento que tenga que ver más estéticamente con lo mío. Igual eso está bueno. Te hace sentir un poco medio solo o medio mascotita. Nunca rechazado, no me siento excluido. Igual lo mío es muy personal. Lo que yo propongo es bastante peculiar como personaje. En otros lados, como en Buenos Aires donde toco seguido, ya hay un circuito donde no es sorpresivo lo que yo pueda hacer. Está más contextualizado.

- ¿Con qué bandas te sentís identificado?
- ¿De acá? Lo que pasa que acá no tienen el mismo estilo. He tocado con El Cuarteto De Nos un par de veces y me encantan. Desde grupos punkies a Samantha Navarro.

- ¿Con qué género musical te definís?
- Yo hago pop. Para mí es pop. Siempre digo que es electro pop para ponerlo mas definido. Es hecho con máquinas, es como electrónico. Pero es un formato canción. No es un formato electrónica con los códigos de la electrónica. Tiene códigos de canciones, son melodías, son baladas.

- ¿Querés volver al formato acústico y dejar el electro?
- Con Adrián eso siempre lo vamos a hacer. Es otro perfil. Sale naturalmente. Lo otro también pero tiene que ver con el disco, va otra gente, es en otro lugar. Es más íntimo. Pero igual son las dos cosas.

- Miss Tacuarembó fue tu novela más exitosa. ¿Estás escribiendo algo nuevo?
- Escribí dos novelas, Miss Tacuarembó y Aún Soltera. Ahora estoy escribiendo una tercera novela. Todo lo que escribí ya lo publiqué en Buenos Aires.

- ¿Tenés el título ya?
- Se llama Sólo te quiero como amigo. No es lo más conocido de mí, sin embargo es lo que más repercusión ha dado y hasta económicamente.

- También tenés un pasado como artista plástico. De todo eso ¿qué es lo que a vos te satisface más?
- Es todo lo mismo. Siempre tuve como un conflicto de que tenía que decidirme por algún lenguaje pero me di cuenta que eso era una cuestión de inseguridad, por estar en un medio que premia el continuismo en algo. Siempre fui muy disperso. Hacía una cosa y otra. No me daba cuenta que esa era la manera de ser que tenía. Pensaba que era un problema. De hecho ahora lo sigo haciendo con más seguridad porque también aprendí un montón de cosas. Estoy tratando de ver cómo llegar a la gente que le interesa lo que yo hago. Antes hacía cosas en el ambiente y a nadie le interesaba. Ahora hay respuesta. Hay cosas que sigo haciendo pero mucho menos. Sobre todo en arte. Hubieron años que participé en un montón de muestras. Tengo una galería en Buenos Aires y expuse ahí. A veces estoy invitado en alguna muestra pero por lo general no estoy haciendo individuales. Paradójicamente cuando empecé a hacer un poco es cuando empecé a vender más cosa mía. Igual es todo un sistema porque todo lo que yo hago se complementa. Tiene como una coherencia. Todo habla de lo mismo. El discurso siempre es parecido.

- ¿De qué se trata la nueva novela?
- Es otra cosa. Está escrita diferente. Es más caprichosa. Capaz que la anécdota no es tan fuerte como las otras. Habla de una separación de una pareja gay. El pibe que relata la separación vuelve como al recuerdo. Todo hecho de una manera muy neurótica. Es muy gracioso. La anécdota es medio básica. Está más bien centrada en la descripción del personaje y la situación que va viviendo. No es como las otras que eran más lineales. Esto es como más aleatorio y caprichoso.

- ¿Estás escribiendo nueva música también?
- Sí, tengo unos temas nuevos. Todavía no los voy a empezar a laburar. Tengo los bosquejos para un segundo disco. Este es muy reciente.