martes, 17 de julio de 2007

Astroboy en Gran Teatro Metro

ASTROBOY por Marcelo Marques

Gran Teatro Metro, 16 de junio de 2007

Por poco nomás. Sólo algunas butacas del fondo estaban vacías, la noche del sábado 16 en el Cine Metro, cuando Astroboy comenzó su show pasadas las 21:00hs. Martín Rivero (cantante) desparramó por el escenario toda la soberbia impuesta no sólo en los nuevos temas de Big For The City (Koala Records, 2007) sino también en los radiantes de Automática. Las primeras palabras de Rivero vinieron después de “8 holes” para agradecer y desafiar al público que esperaba un “Gracias” o “Thank you” al menos, pero el cantante brindó un: “Muito brigado”.
El último disco de la banda es cantado en su totalidad en inglés. Incluye su nuevo single “In the City”, que fue el cuarto tema del show. Cada integrante de la banda se destaca tanto por su instrumento como por su look. Por momentos, Francisco Risso (guitarrista) era una especie de Graham Coxon uruguayo mientras que Leandro Boné (guitarrista) destellaba una mezcla de algún integrante de Strokes con alguno de Kings Of Leon. Pero no hay duda que si encontramos una similitud más exacta es con Martín, quien no se puede desprender de su postura Gallagher usando gafas negras y, por esta noche, un jopo en el pelo.
Entre los aplausos del público alguien confiesa: “I love you”, dándole al cantante el pie para una arrogante respuesta: “¿Cómo? ¿Quién? ¿Quién me ama?”. Para “Good Times” la mayoría de las chicas abandonaron sus butacas para ir hacia adelante. La banda podría perfectamente participar en cualquier festival europeo a la par de muchos grupos nuevos que circulan actualmente en este mundo. Pueden lograrlo. El Big For the City lo refleja. Esta ciudad les queda chica para las aspiraciones que tiene la banda.
Ya con el público a gusto y más suelto, Rivero es sincero: “Esta canción se la quiero dedicar a nosotros”.
Por ahí suenan sus clásicos “Did I tell you” y “Burbuja”; las cámaras entre el público filman para dejar alguna ofrenda por YouTube. Por su lado, Javier Vaz Martins (bajista) es el cómplice de Boné durante el show, mientras Pablo Fiallo (baterista) marca a golpes el ritmo. Risso se acerca a ellos cada tanto; es más autista.
En un momento de la función la banda se retira para dejar a Rivero y una guitarra electroacústica haciendo la turfera “Mi Reserva”. “¿Mucha ropa tengo?”, pregunta el cantante, “lo que pasa es que… ¡Qué les importa!” Esta es la actitud que demuestran. Al frontman le importa poco el carisma y todas esas cosas que están por fuera de la música, sin embargo tiene todo un plan sobre el escenario. Los movimientos de los músicos, las frases y las poses están bien pensadas con anticipación. El show finaliza sin bises. Un segundo después del último acorde se encienden las luces del Metro, dejando iluminadas todas las butacas y las pupilas que tratan de adaptarse al cambio de luz.

Julieta Venegas en Cine Teatro Plaza

JULIETA VENEGAS por Marcelo Marques

Cine Teatro Plaza, 12 de junio de 2007

Con más del 50 % de público pre-adolescente en las butacas del Plaza, Julieta Venegas debutó en Montevideo con sus pegadizas canciones. Agradeció a los “montevideanos” (como ella nos llamó correctamente) a lo largo de todo el show. Antes que la mexicana (nacida en Long Beach, California, Estados Unidos, y criada en Tijuana, Baja California, México) subiera al escenario, la banda local Max Capote hizo que muchas nenas gritaran por ellos. Al principio porque pensaban que era el turno de Julieta, y luego porque el cantante demostró que no hay que tener una banda de rock en este país para tener actitud. Max Capote invitó al escenario a Stella Maris (cantante de Rendher, ex-Elefante) para cantar “Julia”, y a Dani Umpi, quién estaba vestido de color dorado, para “Quizás, quizás, quizás.” Pero Umpi apareció, como casi siempre, con Bebé y Pichón, quienes lo acompañaron bailando pasos cholulos y filmándose entre ellos. Las niñas de la tertulia gritaban, a modo de fanáticas, sin haber visto ni escuchado en sus cortas vidas a Max.

Para el turno de Venegas, aparecieron proyecciones en tres pantallas circulares relacionando fotos con el nombre de la gira “Limón y Sal”. En la primer pantalla apareció un limón; en la segunda, un signo de suma (+); y en la última, un salero. El público, en general de sexo femenino y con mayoría de menores de edad (acompañadas por mamá), ovacionó por la entrada de Venegas y su banda quienes comenzaron con “Canciones de Amor”. “¡Qué lindo estar aquí por primera vez en Montevideo!”, dijo Julieta, demostrando su felicidad y antes de tocar uno de sus mayores éxitos: “Algo está cambiando” de su disco Sí. El calor de la sala sumado a los gritos de la niñitas hacían poner incómodos a cualquier persona que quisiera desfrutar del show. Entre la multitud numerosa, muchas infantas de seis a nueve años no entendían si mirar a su artista favorita o darse vuelta y levantar la mirada para observar como las otras, tal vez un par de añitos más grande, aplaudían y agitaban sus brazos. ¡Éste era su primer show musical en vivo! ¡Bien por eso! Recordemos, además, que las entradas se habían agotado algunos días antes.
Aunque Julieta agradeció demasiado entre tema y tema, se lució (aparte de su voz) con el acordeón. Ella es una gran música que ha preferido -en su ya no tan corta carrera- inclinarse para el lado pop, hitero y de MTV, y alejarse del perfil de bandas como Aterciopelados o Café Tacvba con quienes antes tenía más puntos en común.
Pero el Plaza “se desmoronó” a chillidos agudos en el exitoso tema “Limón y sal”, para el cual subieron a escena dos tipos con máscaras de chancho y bailaron pasos de costado. Enseguida de este hit radial y televisivo (el videoclip estuvo en rotación en la cadena MTV por varios y varios meses), sonó uno de los mejores temas de la cantante: “Amores Perros”. Aunque la mayoría del público no conocía este tema –incluido en la banda sonora de la película del mismo nombre- fue uno de los mejores momentos de la función debido a que las nenas estaban calladitas, escuchando y prestando atención. Como para hacer una comprensión lectora de deberes. El resto del público, el joven y adulto, que fue a ver una presentación de una consagrada artista en Latinoamérica, disfrutó mucho más. Otra manera de entender la música en vivo.
Los músicos (un bajista, un baterista, una tecladista y dos guitarristas), que acompañaban a JV, también demostraron lo que saben hacer: tocar sus instrumentos y dejar en claro que son una excelente banda, en donde Venegas se siente bien respaldada. El baterista se acomodaba el pelo (o peluca á la Mars Volta) con una mano mientras la otra hacía lo que deben ejecutar las dos.
“Lento” mostró a un caracol recorriendo lentamente (valga la redundancia) las tres pantallas a lo largo de toda la canción. El exaltado fin llegó con “La jaula de oro” y “Me voy”. Esta última con corito tipo karaoke de tooooodas. Las saturadas butacas sintieron alivio cuando la gente se paró para aplaudir, levantar los brazos y, nuevamente, gritar.
En el obvio bis se destacó una versión bailable y “mueve caderas” de “Sin documentos”, perla de Andrés Calamaro y Los Rodríguez. La despedida de una performance precisa y fructífera vino de la mano de “Andar Conmigo”.
Finalmente, entre el limón y la sal de las pantallas, bajó una lista proyectada con los créditos (desde músicos hasta iluminadores). Como final de película. Sería recomendable que Julieta Venegas volviera a Montevideo a dar un show sólo para adultos y así poder gozar de manera diferente. Queda a criterio del lector lo que entienda por “show para adultos”.

Cursi en Sala Teatro MovieCenter

CURSI por Marcelo Marques

Sala Teatro Moviecenter, jueves 7 de junio de 2007

Con la sala del Teatro Moviecenter que no se completó enteramente y frente a un público familiar, Cursi esparció su pop amistoso mientras Spiderman y Jack Sparrow también intentaban entretener a los espectadores en las salas contiguas.
Los primeros tres temas del comienzo del show “estaban guionados... Ahora sí, vamos a hacer una de Corazón de Hotel que se llama ‘Un servidor’”, dijo Fabián Krut (guitarras y voz). Acompañados por Federico Graña de Vieja Historia en la guitarra eléctrica, la banda dio paso a la voz de Diego Drexler (bajo) quien embelesó cantando “Dame todo”. Desde los extremos superiores del escenario colgaban dos motos haciendo referencia al Delivery (último disco en promoción de Cursi) que por lo general es una misión realizada sobre ese tipo de transporte.
Con bromas y anécdotas de reunión familiar o de amigos fueron circulando las canciones a modo de delivery hacia el público que hasta ese momento sólo aplaudía entre tema y tema. Krut tomó la guitarra electroacústica para “No me dejes de querer “ dejando que el primer invitado de la noche Sebastián hiciera lo suyo con los teclados.
La energía y la temperatura remontaron luego de que la banda emitiera tres canciones con alma de hit. Una de ellas (“Piso 8”, sí, la de Canal 10) aún no está incluida en ningún disco, y las otras dos (“Cada noche mía” y “Confuso”) pertenecen al anterior. Pero “Yo confío en el dolor” logró el punto más alto en el que el público hizo palmas y se destacó con un karaoke casi automático. El segundo invitado de la noche fue el ex Cursi y actual baterista de No Te Va Gustar, Diego Bartaburu. Con su bombardeo de golpes (“bombardeo” para una canción de Cursi) le dio a “Ya va a venir” un touch de latigazos sonoros que hacían falta en el show.
Temas más tarde, Javier Cardellino (actual baterista) se cortó solo. Traqueteó a su instrumento entre luces y flashes por un par de minutos.
Para el final: “Corazón de hotel”.
Para el bis: un triplete: “Balada I”, “Del 2 al 70” con Irvin Carballo, otro ex Cursi en la batería y actual batero de La Trampa, y “La Pachanga Falsa”. “Ahora sí. Un pogo diet” bromeó Krut para dar entrada a la pachanga y a los últimos dos invitados para el coro murguero quienes se divirtieron con las balizas cónicas de la escenografía. El público terminó de pie y moviendo un poco las caderas. Así el show pasó entre palmas e invitados en la batería para dejarnos alguna incógnitas: ¿Porqué pasan tantos bateros por esta banda?, ¿el actual terminará tocando con algún hermano Peluffo?

The Supersónicos en Central

THE SUPERSÓNICOS por Marcelo Marques


1º de junio de 2007

Con disco nuevo bajo el tentáculo y videoclip del tema Neptunia, The Supersónicos se presentaron en Central para revelar sus nuevas canciones y examinar sus anteriores discos.
Si hay algo que caracteriza a los Super es que cada álbum se enfoca en una temática diferente. Han abarcado distintos tópicos como las habilidades de la mente de los terrícolas, los ovnis en el espacio exterior y los robots. Y para no desviarse de ese plan, el nuevo disco Neptunia (Koala, 2007) apunta tanto en sus canciones como en el arte del álbum asuntos referentes al mar (anguila, espuma, submarino, etc.)
Con una iluminación de buen gusto y por delante de unas gigantes proyecciones, Leo, Bob, Pol y Joe aparecieron en escena para deleitarnos con sus nuevas obras sónicas. En las proyecciones de fondo iban apareciendo algunos nombres de canciones de Neptunia en plan de presentación frente al público. “Ameba 500” es una de esas satisfacciones instrumentales con firma sónica. Lo novedoso es que ahora la banda tiene más temas cantados que en sus anteriores placas.
Leo se distinguió con bromas y complicidades con un público fiel que se amontonó en su mayoría delante del escenario y disfrutó las reverberaciones sonoras junto a los ingredientes visuales. Pero no sólo lo nuevo eran las canciones, el disco y la propuesta marítima sino que los cuatro super se lucieron vistiendo nueva indumentaria para Neptunia. Entre proyecciones que invitaban a la gente a gritar (sí, textualmente: ¡Griten! ¡Griten Pol!) y gente que respondía, The Supersónicos fragmentaron su presentación. Para una segunda parte Leo y Bob vistieron juntos una única camisa talle XXL (o más grande) para pasar a ser un hombre con dos cabezas. Pero el hecho inmortal de esto fue que también ejecutaban un solo instrumento. Sí, la mano derecha de Leo rascaba y hacía punteos mientras que la izquierda de Bob marcaba las notas y los acordes en el brazo de la guitarra.
Para otro segmento del show Leo manifestó su petición en contra de las mochilas y las banderas típicas de las bandas de rock. Esto me hizo recordar cuando el año pasado en una entrevista a Leo, le pregunté sobre la “moda rocker” por la que estaba pasando el país. El guitarrista contestó: “No nos gusta la futbolización de ningún fenómeno... Por eso, por lo general, nos gusta ser una banda que no la va a ver gente con banderas”.
En esta misma noche fue proyectado el videoclip de Neptunia dirigido por Diego Martino y Rafa Hernández.
Mostrando su lado surf entre estas nuevas joyas cantadas como “Patricia”, “Piercing en mi corazón” (incluida como bonus track en el CD) y “Laurasia”, los sónicos presentaron el tema “Tina Robot”, algo así como la segunda parte de “Bobtron” del disco Hola Estática. Para el final “Corazón Nervioso” dejó demostrado que esta presentación no tuvo desperdicio. Fue feliz y efectiva.

El Otro Yo en La Estación

EL OTRO YO por Marcelo Marques

La Estación, 26 de mayo de 2007

Con una lista basada mayormente en sus discos editados en los ‘90, la banda de Temperley pasó por Montevideo con un show detonador y prolijo.

Aunque la nueva placa de El Otro Yo “Fuera de Tiempo” aún no ha salido a la calle, los hermanos Aldana y compañía brindaron una actuación en La Estación conmemorando canciones de sus primeros trabajos. La última vez que la banda tocó en Uruguay había sido en la Fiesta de la X (ver en el buscador de este sitio) con un show basado en su álbum “Espejismos” (2004, hasta ahora el último de estudio). Desde que se editó “Espejismos”, El Otro Yo se ha presentado en Montevideo cuatro veces. Es por eso que en esta fecha no podía proponer un set list semejante a los anteriores.
La esperada función comenzó asomando la nariz en La Estación con “Pecadores”, “Llevame” y “La Ola”, un triplete mutilador para dejar sin aliento a quienes estaban en los lugares de adelante. La banda todavía martilla canciones de menos de dos minutos de duración. La lista incluyó 30 temas en un bombardeo de todos sus discos; en especial de los más viejos. Sonaron temas añejos que el grupo sacó del cajón del olvido. Recuerdos los cuales no tocan habitualmente en sus presentaciones como “El Criollo” de Traka Traka (1994), “Analía” y “Personas”, ambos de Los Hijos De Alien (1996).
De todos los shows de EOY en Uruguay en éste María Fernanda Aldana (voz y bajo) se vio amable y muy buena onda con los seguidores otroyoianos del pogo. Su hermano Cristian (voz y guitarra) se dedicó en momento a tomarles fotos a sus compañeros -María, Gabriel Guerrisi (guitarra) y Ray Fajardo (batería)- con el público como fondo para el recuerdo. Y para que él también quedara registrado le pidió a Ray que lo fotografiara segundos antes de que dicho baterista amagara con tirar la cámara hacia los fanáticos. “Un tema que nunca tocamos en Uruguay” anunció Cristian: “Moquiento!!!”. La gente aclamó. Aquella memoria de Mundo (1995) fue una sorpresa en el repertorio. Entre púas que volaban desde el escenario como regalo, no faltaron los clásicos himnos “E.O.Y.”, “La Música” y “Alegría”. Himnos que se sumaron a la expectativa por la aparición del nuevo trabajo de estudio “Fuera de Tiempo” del cual presentaron sólo “Alma Gemela”, canción vocalizada por los dos hermanos Aldana. Este reciente disco ha sido grabado en Argentina y masterizado en San Francisco, Estados Unidos. Esta vez la banda trabajó bajo la dirección artística del productor americano Billy Anderson quien ha hecho su labor anteriormente con Melvins y Sick Of It All.
“No me importa morir” cerró la noche en donde el público se fue satisfecho (pero no empachado) con las ganas de poder escuchar y ver en vivo muy pronto las nuevas joyas que serán incluidas en “Fuera de Tiempo”. Es tiempo de esperar.

Estelares en Dos

ESTELARES en DoS por Marcelo Marques

19 de mayo de 2007

La nueva banda del Prado ilustró la noche de apertura del show de Estelares. Con un disco llamado simplemente “Álbum” los Vieja Historia movieron el piso de DoS con acordes y riffs pegadizos. El quinteto presentó algún cover que otro entre sus hojas verdes sonoras de “Álbum”. Amenizando la oscuridad ofrecieron paso a sus vecinos argentinos: Estelares.La segunda presentación en Montevideo del disco “Sistema Nervioso Central” de Estelares fue encabezada hace semanas por unos afiches que vistieron las paredes de la ciudad. Pasando de epopeyas angustiantes a ofrendas a la pasión, la desconsolada voz de Manuel Moretti comenzó entonando canciones como “Moneda Corriente” y “Mariposas” percibiéndose una mala onda sobre el escenario. Parecía que el hecho de estar ahí arriba era una obligación. El hechizador pop rock de los Estelares emprendía un mal viaje por el aire del lugar. Los rasgueos de guitarra, los golpes de batería y los graves del bajo no consumaban ni conformaban totalmente al público que había llenado el local con mucho entusiasmo. Hasta el himno sentimental “Ella Dijo”, tema en el cual el amor encuentra su refugio únicamente en la cama, fue aplaudido pero no pudo aumentar el ánimo. En realidad no era un problema de las canciones sino de que Moretti no dialogaba con el público entre tema y tema. Pero todo fue solucionado cuando el melodramático intérprete se amigó y confesó que no era uno de esos buenos días. Dejándolo sinceramente en claro: “Es un gusto estar acá”. Una pacífica reconciliación que fue celebrada animando a las personas que presenciaban su firma performance. Todo lo que pareció palidecerse ahora se transformaba en euforia y satisfacción. Moretti agradecía. Moretti sonreía. Y toda la magia subió y se dispersó entre los presentes con la redentora canción “Un día perfecto”, el último corte de difusión de “Sistema Nervioso Central” que alaba a la esperanza. Para el cierre llegaron “El Corazón” y “Aire”, esta última un hit radial y un hit para escucharla en vivo. Así los cuatro de La Plata se bajaron del escenario despidiéndose con sus brazos en alto. Pero el público quería más. Los aplausos se multiplicaron para que los Estelares subieran nuevamente y se salieran del repertorio agregando temas que no estaban incluidos en el set list que tenían pegado sobre las tablas. “Mis palabras no son lo suficientemente contundentes. Muchas gracias. Vamos a tocar esta balada” se despidió el cantante con “Disco Pub”, el primer bis. Y para aquellos que querían más, un segundo bis dejó a los músicos en una encantadora especie de zapada taciturna. Una noche estelar. Un show vibrante que supo esquivar las vallas con las cuales casi se atropella y que subió gracias a la astucia y destreza de Manuel Moretti, un poeta con conciencia.

Entrevista a Dani Umpi

DANI UMPI por Marcelo Marques

Entrevista realizada el 8 de agosto de 2006

“En un momento no diferenciaba La Vela Puerca de No Te Va Gustar. Es como que vivo en un tupper”


Con su disco Perfecto, Dani Umpi comenzó a hacer una performance diferente de lo que venía haciendo anteriormente. Ahora catalogado por muchos como la revelación del electropop uruguayo, Umpi vuelve a sus raíces con un show acústico.

- ¿Cómo hiciste para pasar del formato electropop al acústico?
- En realidad, yo lo primero que hice fue acústico. Empecé a cantar con Adrián Soiza que es el guitarrista. Últimamente lo que más hice fueron los temas del disco que son como electrónicos, y esto es como volver a hacer lo primero que hice. Que en realidad no fue hace tanto y a Adrián lo veo siempre. No es un reencuentro ni nada. Pero nos encanta el formato ese porque somos nosotros dos. Estamos re cómodos.

- ¿Tocan sólo los temas del disco?
- No. Hacemos versiones de temas de otros. Es un repertorio super caprichoso. No tiene coherencia.

- ¿A quién versionan?
- Hago de todo: temas de Jaime Roos, de Néstor En Bloque, de Eurythmics, de Los Redondos, de cualquier cosa.

- Hacías No me importa morir de El Otro Yo. ¿Lo seguís haciendo?
- Sí, lo hago. Lo que pasa que eso tuvo mucha repercusión. Estuvo en un compilado en Argentina y a la vez está en internet. Creo que lo divulgaron los fans de El Otro Yo. No sé que pasó. Pero está todo el tiempo.

- Contame sobre Las Rosano, las veteranas que te acompañan en el escenario cuando tocás.
- Son tres señoras de Tacuarembó pero viven acá en Montevideo. Cada vez que puedo canto con ellas. Lo que pasa es que hay una que está un poco enferma, y a veces yo toco muy tarde. Como que trato de llevarlas cuando es un lugar cómodo, porque tampoco puedo ir de acá para allá con ellas. Es una banda falsa. Ellas hacen que tocan los instrumentos. Eso es una cosa que me interesa mucho. Que sea algo muy artificioso. Que sea como algo en vivo pero que la música no está en vivo. Igual ahora va a haber una tecladista. Es una opción. Yo podría tener una banda pero me gusta que sea así: artificiosa. Y están ellas, y después tengo dos bailarines securities que son Bebé y Pichón. En realidad con ellos estoy siempre. Ahora hacen coros y bailan.

- ¿Qué planes tenés para lo que queda del año?
- Seguir promocionando el disco. Se va a editar el disco en Argentina y en otros lugares más. Allá ya se estaba vendiendo pero era importado. Entonces ahora estoy haciendo toda la transa para que me editen allá. Y a la vez tendría manager de allá, pero todavía no está definido. Estoy viendo todo eso, no tengo mucha idea y como que consulto mucho.

- ¿Porqué elegiste invitados para tu disco? ¿Vos hiciste la selección?
- Sí. Casi todos los temas son con alguien. Tenía la necesidad de estar acompañado. Hay de todo, desde amigos míos que no son muy conocidos hasta otra gente que yo admiro mucho pero que nunca había tenido trato con ellos. Hay artistas que no son de la música, hay músicos. Hay un tema con Paola Bianco y Noelia Campo, está Perciavalles, canto con Ale Sergi de Miranda!, Leandro Viernes, un montón de gente de Argentina y también de acá de Uruguay, Samantha Navarro. Hay un montón.

- Tenés dos videos en MTV ¿Qué sentiste cuando te viste?
- El hecho que los pasaran fue re bueno. Es como algo que quería porque te da mucha difusión. Cuando lo empezaron a pasar estuvo re bueno. Después lo otro que fue mucho más grande es cuando ingresó uno de los temas en el ranking, en el Top 10. Fue bueno porque te abre la dimensión de lo que hacés porque esos son realmente los más votados. Capaz que ahí los temas no son muy buenos, son medios masivos, pero eso quiere decir que hay un montón de gente que te vota. Y para estar ahí son un montón de votos. Igual no ascendió mucho porque estaba lleno de temas que son imposibles de competir. Está Shakira. Igual fue re bueno ese. Ahora tengo un tema nuevo. Gracias a eso el tema nuevo lo están pasando en rotación. No sé si está en el ranking pero está como clip extra. Si llega a estar en el ranking es re salado porque serían dos temas en un mes. Fue muy comentado porque en Uruguay sólo cuatro grupos estuvieron. Te abre, te da prensa.

- ¿Qué música escuchás?
- Yo escucho de todo. No tengo mucho criterio. También soy como muy ignorante. Hay un montón de cosas que no tengo ni idea. Sólo escucho cosas que me gustan y hay de todo tipo de rock, de pop, de tango, de todo. Me gustan como los artistas más que un estilo.

- ¿Cuáles son tus influencias?
- Los artistas que me gustan son los que tienen un mundo particular, más allá de un estilo de música. Entonces como que me gustan todos los que crean un universo. No me gustan cuando dicen: Ah, este cantante es buenísimo porque habla de las cosas que a vos te pasan y es como vos. A mí nunca me gustan esos. Me gusta que sean de otro universo. Desde Xuxa a Marilyn Manson. Me gusta así, no me gusta alguien que sea como yo.

- Leí que no te gusta La Vela Puerca y ese tipo de bandas.
- Tengo amigos que tocan en La Abuela Coca. Pero yo no escuchaba la música. Recién ahora me empecé a abrir y a escuchar más. En un momento no diferenciaba La Vela Puerca de No Te Va Gustar. Pero era porque no escuchaba. Es como que vivo en un tupper. Eso era una limitación mía. En un momento dije: No puede ser que no tenga ni idea. Incluso hay unos temas que me gustan. Después los conocí. Antes yo era muy prejuicioso y a la vez siempre fui muy frívolo. En la adolescencia sólo escuchaba las cosas comerciales, como que si no estaba en un ranking no le daba bola.

- De la nueva camada de músicos...¿te colgás un poco más con el concepto de música que existe hoy?
- Sí, ahora sí. Lo que pasa es que en la adolescencia todo el mundo curte muchas cosas. Yo no curtía mucha música. Lo de cantar es muy reciente, nunca pensé que iba a ser cantante. No tenía la fantasía. Era algo que era secundario. No tenía un interés musical. Eso vino después. Ahora sí soy muy curioso. Me gustan mucho cosas nuevas. Capaz que ahí es medio banal pero es así. Estoy todo el tiempo viendo. Voy a ver muchos grupos. Estoy todo el tiempo tratando de conocer.

- Vos hacés pop pero también estas en la escena under.
- Claro. El pop en Uruguay es un fenómeno extraño porque no existe, porque lo que hay es lo que viene de la cumbia. Entonces no es un pop...de industria. En todos lados hay una industria pop que mal o bien existe. Acá es como más rockero o tiene otro perfil. Todas las manifestaciones de ese tipo de música quedan como si fueran under. Como algo menor. Hay otros intereses masivos. Igual es raro, hay países chicos que tienen una escena. En mi caso es así: por un lado está bueno porque hace moverte con cierta libertad, pero por otro lado nunca hay un lugar donde uno esté cómodo totalmente. Si bien yo toqué con un montón de grupos y me invitaron a un montón de cosas (Fiesta X, por ejemplo) o toqué con bandas de rock como invitado, nunca en un evento que tenga que ver más estéticamente con lo mío. Igual eso está bueno. Te hace sentir un poco medio solo o medio mascotita. Nunca rechazado, no me siento excluido. Igual lo mío es muy personal. Lo que yo propongo es bastante peculiar como personaje. En otros lados, como en Buenos Aires donde toco seguido, ya hay un circuito donde no es sorpresivo lo que yo pueda hacer. Está más contextualizado.

- ¿Con qué bandas te sentís identificado?
- ¿De acá? Lo que pasa que acá no tienen el mismo estilo. He tocado con El Cuarteto De Nos un par de veces y me encantan. Desde grupos punkies a Samantha Navarro.

- ¿Con qué género musical te definís?
- Yo hago pop. Para mí es pop. Siempre digo que es electro pop para ponerlo mas definido. Es hecho con máquinas, es como electrónico. Pero es un formato canción. No es un formato electrónica con los códigos de la electrónica. Tiene códigos de canciones, son melodías, son baladas.

- ¿Querés volver al formato acústico y dejar el electro?
- Con Adrián eso siempre lo vamos a hacer. Es otro perfil. Sale naturalmente. Lo otro también pero tiene que ver con el disco, va otra gente, es en otro lugar. Es más íntimo. Pero igual son las dos cosas.

- Miss Tacuarembó fue tu novela más exitosa. ¿Estás escribiendo algo nuevo?
- Escribí dos novelas, Miss Tacuarembó y Aún Soltera. Ahora estoy escribiendo una tercera novela. Todo lo que escribí ya lo publiqué en Buenos Aires.

- ¿Tenés el título ya?
- Se llama Sólo te quiero como amigo. No es lo más conocido de mí, sin embargo es lo que más repercusión ha dado y hasta económicamente.

- También tenés un pasado como artista plástico. De todo eso ¿qué es lo que a vos te satisface más?
- Es todo lo mismo. Siempre tuve como un conflicto de que tenía que decidirme por algún lenguaje pero me di cuenta que eso era una cuestión de inseguridad, por estar en un medio que premia el continuismo en algo. Siempre fui muy disperso. Hacía una cosa y otra. No me daba cuenta que esa era la manera de ser que tenía. Pensaba que era un problema. De hecho ahora lo sigo haciendo con más seguridad porque también aprendí un montón de cosas. Estoy tratando de ver cómo llegar a la gente que le interesa lo que yo hago. Antes hacía cosas en el ambiente y a nadie le interesaba. Ahora hay respuesta. Hay cosas que sigo haciendo pero mucho menos. Sobre todo en arte. Hubieron años que participé en un montón de muestras. Tengo una galería en Buenos Aires y expuse ahí. A veces estoy invitado en alguna muestra pero por lo general no estoy haciendo individuales. Paradójicamente cuando empecé a hacer un poco es cuando empecé a vender más cosa mía. Igual es todo un sistema porque todo lo que yo hago se complementa. Tiene como una coherencia. Todo habla de lo mismo. El discurso siempre es parecido.

- ¿De qué se trata la nueva novela?
- Es otra cosa. Está escrita diferente. Es más caprichosa. Capaz que la anécdota no es tan fuerte como las otras. Habla de una separación de una pareja gay. El pibe que relata la separación vuelve como al recuerdo. Todo hecho de una manera muy neurótica. Es muy gracioso. La anécdota es medio básica. Está más bien centrada en la descripción del personaje y la situación que va viviendo. No es como las otras que eran más lineales. Esto es como más aleatorio y caprichoso.

- ¿Estás escribiendo nueva música también?
- Sí, tengo unos temas nuevos. Todavía no los voy a empezar a laburar. Tengo los bosquejos para un segundo disco. Este es muy reciente.

Entrevista a Rodrigo Gomez de Sordromo (Segunda Parte)

RODRIGO GÓMEZ por Marcelo Marques

Entrevista realizada el 23 de marzo de 2006

“En Suecia la clase de música era una sala de ensayo con sintetizadores”

Tiempo antes de que Rodrigo Gómez formara Sordromo (banda que ya tiene diez años), había vivido en Suecia, lugar al que llegó “sin quererlo” en la época en que Uruguay estaba en dictadura. El país nórdico además de resguardarlo le brindó buena música con la cual creció. Allí tocó con muchos amigos y asistió a grandes festivales de música en vivo en los países del norte. La primera parte de esta entrevista se publicó en la Vademécum 7, en la cual se enfatizó en la banda en sí misma; esta segunda parte es más personal y nos acerca un poco más a la historia de cómo creció Rodrigo y cómo fueron sus primeras experiencias con la música.

- Estuviste en Suecia viviendo...¿Cómo fue esa historia?
- Yo me fui exiliado de chico. En la época de la dictadura gran parte de mi familia estuvo presa. Cuando yo nací mi madre estaba presa, y yo nací ahí; y cuando salió nos fuimos. Estuve gran parte de mi vida en Suecia.

- Y ahí en Suecia ¿qué música escuchabas?
- Una cosa que a mí me gustó de Suecia personalmente por la edad que tengo, es que en el momento que empecé a elegir la música que escuchaba, estaba en un país donde primero, la cultura se respeta salado, porque es cultura y segundo porque es negocio. La música uruguaya, el cine uruguayo, el arte uruguayo podría ser negocio, y lo es para alguna gente, aparte de ser creativo y aparte de ser un escenario para que las cosas funcionen. En Suecia, que es un lugar muy especial, nosotros a los once años en la escuela teníamos clase de música y nunca te nombraban a Beethoven. La clase de música era una sala de ensayo con sintetizadores, batería...Son un país de ocho millones y son el tercer productor musical del mundo.

- ¿Escuchabas esto por ejemplo? (le muestro un disco de Gyllene Tider, una banda de Suecia de los 70s, 80s)...¿conocés?
- Sí, eso es una de las primeras cosas que escuché. Y a parte yo tengo un hermano político más grande que era punk, en el ‘82 más o menos. Él era punk de diez años y yo era “nada” de siete. El primer disco que me enamoré y que quería escuchar mucho era “Zenyatta Mondatta” de The Police, pero él no me dejaba usar sus discos, me cagaba a trompadas si yo ponía los vinilos; yo tenia que esperar que él llegara y decirle: “Poneme tal tema”. Me gustó entrar en contacto con eso, aunque las razones por la cual me gustaba Police en esos momentos eran muy diferentes a las de ahora. Después, me gustaban muchas bandas de allá, por ejemplo ellos (señalando el disco arriba de la mesa) Gyllene Tider, que cantaban en sueco y yo entendía lo que decían. Una de sus primeras canciones hablaban de rozarse con los cuerpos y para mí era pornografía explícita cuando tenía 7 años, y en realidad la escuchas ahora y es re inocente.

- ¿Allá en Suecia tuviste alguna banda?
- Sí. Cuando vino la democracia me vine para Uruguay y después me volví a ir. En realidad yo hice todo el liceo acá. Cuando volví a Suecia retomé algunas cosas de liceo para actualizarme pero acá estuve 6 años exactos. Entonces, las primeras bandas de música que tuve fueron acá. A los quince estaba en Uruguay y a los dieciocho me fui cuando apenas terminé el liceo, volví a Suecia ese mismo verano.

- Contame sobre tus bandas en Suecia ¿En qué idioma cantaban?
- Allá toqué con bastante gente, nunca encontré tocar con una banda que hubiéramos hecho una carrera. Tenía muchos amigos con los que tocaba en todos los idiomas. Toqué con una banda que eran unos como ex punks, que seguían siendo punks pero el sonido no era tan punk, fue el momento en que salió Stone Temple Pilots por ejemplo y bandas así. Recuerdo que hacíamos un cover del primer disco de ellos, que en aquel momento era una banda de: “pa!...mirá lo que conseguí”. Era amigo de los Satanic Surfers, que ellos sí siguieron tocando por todo el planeta, y el cantante, Rodrigo, que es uruguayo sigue siendo amigo mío. Entonces, yo estaba en esa movida.

- ¿Te hubiera gustado quedarte?
- Lo que pasa que hay una cosa que es el plano personal, a mí la música siempre me fascinó. Pero, antes de volver a Uruguay, en realidad yo había vuelto a Suecia de Estados Unidos, donde había estudiando música un año porque me dieron una beca, y estaba atomizado de tanto estudiar. Estábamos en Los Angeles, California, que es como el mejor lugar del mundo para hacerse mierda, y en un momento me pasó que, entre el aturdimiento y el desbunde, un viernes les dije a mis compañeros de pieza: “El lunes me voy”. Estábamos al pedo gastando la guita que no tenía en romper las pelotas. Cambié la fecha del pasaje y volví a Suecia donde junté plata para pagar deudas. En realidad, después me vine de visita a Uruguay y me quedé.

- ¿En que año fue eso?
- Eso fue en el ‘95. En el ‘96 entero yo estuve acá.

- Y en el 96 nació Sordromo.
- Sí, cuando volví le toqué timbre a muchos amigos que quería ver, y en esas vueltas fue que nos juntamos. Lo que decía de lo personal es que yo me había pasado la vida mudando, de país, de apartamento. Viví en muchos lugares en mi vida, entonces, estaba en una crisis, no sabía ni de donde era ¿era de todo el planeta o no era de ningún lado? Cuando vine acá tenía acento raro y me cagaban a trompadas. Nunca tuve problemas pero es algo fino ¿no? El resto del tiempo todo bien. Pero igual necesitas una identidad y yo estaba como perdido. Entonces cuando vine acá, estuve un mes, y dije: “Me voy a quedar”. Sentía que era donde había nacido, donde me había tenido que ir sin quererlo. Así como cuando me fui de EEUU a Suecia, de la misma forma, decidí quedarme acá de golpe. Yo no había venido a tocar, en aquel momento le pedí a mi madre que me mandara la guitarra, y me mandó mis cosas.

- ¿Cómo fue el viaje de los niños exiliados?
- Fue en el ’82, creo. Como una especie de medida de protesta contra la dictadura, se organizó un viaje en un avión entero lleno de hijos de exiliados y presos desaparecidos, que vino a Uruguay a visitar a sus familiares o a sus padres que estaban presos, y yo vine. No es algo tan conocido. Me enteré que un amigo que tiene otra banda también había venido y nos enteramos ahora: “Ah..nosotros estuvimos en el mismo avión hace veinti pico de años”.

- Cuando vas a comprar discos ¿buscás el disco de alguna banda que no conseguís acá y vas a una disquería a ver si está?
- Sí, o aprovecho cuando estoy en Argentina o en Chile que hay más discos, o cuando fui a Suecia aprovecho y compro.

- ¿Has vuelto a Suecia?
- Volví una vez sola en el 2001.

- Y las bandas retro, porque está de moda lo retro internacionalmente. ¿Te gustan o no?
- Todas las bandas que suenan retro no me gustan, es como todo, hay un número tal que son buenísimas y hay un montón de basura como en todos lados. Lo que pasa es que como vi pasar más modas yo sé que las cosas suben y bajan, porque ya lo viví varias veces, no es que alguien me lo explicó. Es una búsqueda de como que algo se agota y se busca otra cosa y me parece sano.

- ¿Qué bandas retro te gustan? ¿Los Strokes, Los White Stripes?
- Los Strokes me gustan, me parece que son buenos. Demostraron que hicieron tres discos que están buenísimos y no es sólo una modita; son la cabeza de una moda pero ellos son buenos. Los White Stripes son buenos, Interpol son buenos, Bloc Party son buenos, o sea, si no estuviera de moda lo retro me pasas un disco de Strokes y me gusta igual. Como me podés pasar un disco de algo que no esté de moda y si está bien, está bien. Por ejemplo, Los Hellacopters son buenos, no importa cuando me traigas el disco, o Turbonegro son buenos, bueno eso no es retro, pero son cosas que se escuchan bastante ahora, por lo menos en ciertos círculos, pero yo lo escucho, lo doy vuelta y está bien por donde lo mires. Me parece que es eso que uno tiene la responsabilidad de sí mismo de filtrar un poco y de ver si está bien o si me lo están metiendo. Porque todo el mundo dice: “Yo hago lo que quiero”, pero eso es una gran mentira, o “Yo soy diferente” y en realidad hacés justo lo que quieren que hagas, entonces no sos nada.

- ¿Qué bandas internacionales has visto en vivo?

- Nirvana...

- Qué bueno...¿Dónde los viste?
- Los vi en el Roskilde en Dinamarca en el ‘92, en el mejor momento. Estuvo buenísimo. En ese festival me gustó por primera vez Pearl Jam que ya los conocía. Pero yo no era muy “grunge”, estaba con una onda que venía más del punk, y Nirvana me entró más, Stone Temple Pilots también...y venía también del metal. Había escuchado mucho metal como hardcore, Anthrax y todo eso. Entonces, cuando vi Pearl Jam en vivo dije: “Pa! la puta madre!”, me gustó. Ahí también vi a Megadeth, EMF, David Byrne, N-Tune que era una banda de death metal. Después vi Fishbone, Mighty Mighty Bosstones…

- Y estando en Uruguay de irte a Argentina...
- No, ir específicamente a un toque en Argentina nunca. Me boludeo. Pila de veces pensé en ir, pero pasan muchas cosas o porque coincide con que tocamos nosotros, pero me hubiera gustado ir a varias cosas.

miércoles, 30 de mayo de 2007

Alpha Blondy en el Teatro de Verano

ALPHA BLONDY por Marcelo Marques
Teatro de verano, 17 de mayo de 2007

Publicado en www.bandajoven.com
Mayo de 2007

Alpha Blondy & The Solar System pasaron por Montevideo dejando en el aire melodías reggae mientras el público del Teatro exhalaba el aroma a cannabis (el cual Blondy repudia).
Iniciando su show a las 9 y cuarto de la noche y con el panorama ambientado minutos antes por los Monoroots, los Solar System ingresaron en escena luciendo a un bajista que hacía de su instrumento genialidades. Dos coristas entraron brillando con sus voces para dejar en claro que ésta era una fiesta para celebrar el reggae. Para el segundo tema Alpha Blondy apareció vestido con pantalón y campera camuflada, remera roja y sombrero blanco que se lo quitó luego de unas canciones.
Mientras el marfileño de Blondy bailaba con sus rodillas en alto una amplia bandera con los colores rasta era agitada en el público. “I love you Uruguay. My brothers and my sisters” declaró el cincuentón saludando a los presentes que tenían sobre sí una nube de humo. “Water is the symbol of eternity” flasheó el cantante para pasar a cantar a capella sólo con una de sus coristas. La mejor parte del show. Fueron aplaudidos y ovacionados mientras otros ya re-pasados sin prestar atención ni respeto a esas voces reían y gritaban encima de la canción. Luego de algunas canciones que no hacen apología a la marihuana sino que vienen desde un punto de vista de un pacifismo religioso (esto no quiere decir que no puedan ir las cosas juntas), la otra corista presentó a los Solar System. Una banda multiétnica que se divirtió al igual que los dreadlocks, rastas y curiosos que había entre el público. Esta presentación de la banda no sólo incluyó músicos sino que se agregaron a la lista quienes trabajan detrás del escenario en cada show.
Para el final Alpha Blondy terminó bailando al frente con el bajista y las dos coristas para despedirse de un Teatro de verano que debe tener todavía esa nube “re-loca” encima dando vueltas.

El Cuarteto de Nos en el Teatro de Verano

EL CUARTETO DE NOS por Marcelo Marques
12 de mayo de 2007

Publicado en www.bandajoven.com
Mayo de 2007

La presentación del disco RARO incluyó tres noches con entradas agotadas en el Teatro de Otoño, así bautizado por el cuarteto al renovado Teatro de Verano del Parque Rodó.

La segunda noche de este triple recital fue iniciada, al igual que las otras, por Vázquez Melo, el pronosticador del tiempo del informativo Subrayado de canal 10 que en un par de años tomó casi la misma fama que los conductores del programa. El coro de los espectadores que esperaban al Cuarteto de Nos le dedicaba al presentador diferentes cánticos como: “Pingüino! Pingüino!”, apodo para Vázquez Melo que en ocasión del cambio de nombre del Teatro y por referencia al clima fue elegido como animador. Una muy buena decisión.
El primer tema “Hoy estoy raro” comenzó a todo poder y fue recibido por el público de varias edades que se notó entusiasmado a lo largo de toda la fría noche. “Hice el curso de mitología pero de mí los dioses se reían” escupió Roberto Musso (guitarra y voz) en “Ya no sé que hacer conmigo” para exponer el eje central de la banda, el humor negro y la ironía siguiendo el hilo de la canción anterior. En el fondo del escenario dos pequeñas tribunas de frente eran testigos de cerca de la música que sacudía al Teatro. Con tan sólo esos dos primeros temas el Cuarteto ya tenía al público en el bolsillo. Santiago Tavella (bajo y voz) y Riki Musso (guitarra y voz) pasaron muchas veces al lugar de frontman en temas como “Pobre Papá” y “Autos Nuevos”. Entre los dos le arrancaron risas y aplausos al público gracias a sus mordaces bromas con picardía. El Cuarteto de Nos es la (única) banda de ¿rock? de Uruguay que narra situaciones cotidianas de típicos personajes pero que trasladadas a la exageración logran ese éxito indiscutible.
Sentados en un living de ficción, y luego de otra entrada de Vázquez Melo relatando frases con doble sentido y jugando con sentidos homónimos, sonaron versiones acústicas de temas casi en el olvido de los primeros años del grupo. Para cada canción la banda tenía planificado diferentes videos. Éstos eran proyectados en tres pantallas que se posaban sobre el escenario las cuales ambientaban y vigorizaban el recurso del humor y la exageración utilizado por la banda por más de 20 años. El desfile de canciones no sólo incluyó los hits radiales de Raro “Invierno del ‘92” y “Yendo a la casa de Damián” sino que a éstos se sumaron “Sólo un rumor” del disco Otra Navidad en las Trincheras de 1994, “El día que Artigas se emborrachó” de Tren Bala de 1996 y “Me amo” de Cortamambo de 2000 entre otros. La destacada trayectoria de más de dos décadas de la banda parece ser que recién ahora es reconocida masivamente por un público que siempre los valoró pero que sentía ese miedo al absurdo y al humor negro.
Entre canción y canción la ovación se hacía notar. No había quién silenciara a los escandalosos nuevos fanáticos (adolescentes) que cantaban todos los temas (en especial los del último disco) y desafinaban hasta quedar afónicos. Para el cierre Alvin Pintos (baterista), el enfant gâté del grupo, también pasó al frente al igual que sus compañeros para entonar “Yo soy Alvin” la divertida canción referida a su posición en la banda del disco Revista Ésta de 1998. “Nos hacen salir de libreto” exclamó Roberto Musso como respuesta a la demanda y así dar paso a sus últimos dos temas de la noche, el primero: el cover de los Beatles “Bo Cartero” y por último la ya lejana pero clásica “Me agarré el pitito con el cierre” en su nueva versión.

Metal Fest 2, Montevideo

METAL FEST 2 por Marcelo Marques
(Sepultura, Reytoro, Radical, Narval, Rata Blanca)

Velódromo. 21 de abril de 2007.

Publicado en www.bandajoven.com
Abril de 2006

Entre lluvia, horarios impuntuales y frases cursis pasó la segunda edición del Metal Fest en Montevideo con mayor convocatoria que el año pasado pero con un Velódromo casi incompleto. Desde afuera en los alrededores muchos metaleros esperan el inicio del festival programado para las 19 hs. que empezaría casi con tres horas de retraso.
Una voz robótica abre el Metal Fest de este año frente a miles de personas. La primera banda en subirse al escenario fue Sepultura, quienes por trayectoria deberían haber cerrado. Aunque no estuvieron sus principales dos miembros fundadores Max e Iggor Cavalera quienes lanzaron aquel primer disco de la banda en 1985, esta formación sonó contundente e impulsiva pero que no colmó la expectativa de 23 años para verlos en vivo. Por ahí se escuchaba: “Tantos años para esto.” Como fondo a las espaldas de Sepultura hay un telón rojo con un dibujo de un robot rezando. Entre temas dedicados para los fanáticos y algunos “Fuck you” el show se torna monótono. Para las otras cuatro bandas siguientes el fondo del escenario va a vestirse con un telón de Rata Blanca en negro, azul y blanco. Con tan sólo un lugar para comprar un vaso de cerveza a 40 pesos y gente embarrada hasta el cuello es el turno de las bandas uruguayas. Sube al escenario Rey Toro para demostrar el poderío metalero de acá. “La sed y el hambre” y “Tiro de mierda” fueron tal vez las más agitadas por el pogo que saltó en todos los momentos de la presentación. Fabián Furtado alias Chupete (cantante y ex Chopper) levantó los típicos cuernos de toro que siempre tiene sobre el escenario para provocar a su público y sentir una respuesta acertada. Antes de tocar “Peste” una frase de Chupete dejó a todos helados: “Entren a reytoro.com, invadan a mails y pidan Chopper” Una forma de publicitar una página web que en vivo frente a miles de personas suena desesperadamente falible. “Que dure el metal!” suplicó el cantante para el cierre de su presentación. Mientras se esperaba a Radical y a Narval la lluvia comenzó nuevamente a cubrir el Velódromo que ya no con contaba con la misma gente que estaba desde temprano. Muchos se habían retirado por el frío, la lluvia o por su único motivo: Sepultura que ya había tocado. “Quiero ver los cuernitos bien arriba” demandó el cantante de Radical para anotarse un punto en las frases cursis metaleras de esta noche. Cerca de las 2:00 hs. comenzó la banda argentina Rata Blanca con un importante déficit de sonido para darle final a este festival. Muchos clásicos hicieron que el público en el pogo (ya cansado por horas) saltara y se moviera de un lado a otro entonando como un coro mugriento de barro. Y no quedaba duda de que los Rata se anotarían una frasecita a su show: “Vamos a rockanrollear un poco para quitarnos el frío”. Está bien, no es cursi pero es casi de ficción.

Forgotten Boys y Motosierra en DoS

FORGOTTEN BOYS y MOTOSIERRA por Marcelo Marques
En DOS. Jueves 19 de abril de 2007.

Publicado en www.bandajoven.com
Abril de 2007

Dos bandas con distinto estilo musical y diferente puesta en escena pudieron encontrar, la noche del jueves, miles de puntos en contacto con el rock. Esta misma noche también subieron al escenario los Silverados a los cuales no llegué a ver por razones de tiempo. Otra vez será.
Los brasileros de Forgotten Boys probaban sonido para su primera presentación en Montevideo mientras el público comenzaba a acercarse al escenario. Con la amenaza que sugiere un show un día de semana los FB lograron una buena concurrencia de público gracias a Silverados y Motosierra. Mostrando un perfil bajo, ¿porqué no?, iniciaron su debutante propuesta con un público que marcaba el ritmo con los pies y que a lo largo de las canciones se movía manifestando su aprobación. En muchos momentos la banda hacía recordar a Kings Of Leon y a veces hasta la parte rock ‘n’ roll de Jet involucrándose con esto en el fenómeno retro de esta década. Luego de un par de temas Gustavo Riviera (cantante y guitarrista) se quitó su camisa blanca con rayas de colores para quedar con un buzo negro al igual que sus compañeros excepto Flavio Cavichioli (baterista) quien estaba sólo con una bermuda mientras ametrallaba la batería con los palos y las gotas de sudor. A la derecha del escenario Zé Mazzei (bajista) con sus rulos en la cabeza detonaba su instrumento al mismo tiempo que marcos (Motosierra) se poseía compenetrado a su lado abajo del escenario. Del lado izquierdo Chuck Hipolitho (voces y guitarrista) ejecutaba sus riffs ramoneros lo más prolijamente que se puede hacer.
Los Forgotten Boys nacieron en San Pablo allá por 1997 cuando grabaron su primer demo y hasta ahora han tenido muchos cambios en su formación llegando a este cuarteto que debutó en DOS y que en 2005 grabaron para ST2 Records (una compañía discográfica de Brasil) el disco “Stand By The D.A.N.C.E.”
Luego de una seguidillas de canciones con gancho, los brasileros se despidieron tocando de espaldas al público mirando al batero que había dejado sus gotas evaporadas por el oscuro local. Una lección de rock ‘n’ roll de San Pablo. O brigado! No serán olvidados Forgotten Boys!

“A ver esas palmas!”, jadeó Marcos manoseándose alguna parte privada de su esquelético cuerpo luego de unos rabiosos temas en donde el cantante-serpiente sedujo a sus seguidores (y otros tantos) bajo un juego de luces importado del infierno. Desde la edición del disco “Life in Hell” y el cambio de bajista, los Motosierra han estado escupiendo más de lo normal sintiéndose a la vez más comprometidos en la escena. Si tuviéramos que elegir en una votación al mejor frontman uruguayo ganaría Marcos Fernández a quien nadie le saca los ojos de encima por no perderse ningún segundo del show de la banda. El calor (o calentura) corporal de Marcos comienza a activarse dando lugar a que se quite la campera de cuero como si fuera una Gatúbela de cabaret de las tinieblas. Leo tiene problemas con el bajo. Esto hace aburrir a Marquitos que bien sabe como entretenerse. Mientras resuelven los problemitas del bajo, el Gatúbela hace una de sus habituales y más esperadas poses de la noche: se mete el micrófono en el orto. Bueno...en realidad no se lo mete (creo), sólo lo apoya entre el pantalón de cuero y las nalgas sudorosas mientras se manosea nuevamente ahorcándose con el cable. Está cada vez más flaco. Parece que cumple con los requisitos de “la vida en el infierno”. Marquitos no es ningún careta, la tiene bien clara arriba y abajo del escenario aunque sea dos versiones de él mismo. Luego de superar el déficit de sonido del bajo, Luis (guitarrista) sintió sobre sus hombros al alterado cantante a la vez que el público hacía los coros para el final de la canción.
“Los chicos quieren rock, las chicas quieren pija!!!” explicó Markkkitos y giró el cable del micrófono tipo lazo del oeste nuevamente para enredar a Luis que seguía tocando sin que nada le importe. Al igual que Walo (baterista) a quien desde el fondo del escenario le chupa un huevo las excentricidades (ya normales para él) del cantante de su banda y se dedica a reventar a palos a la batería con la misma intensidad con la que Marcos se manosea. Y entre manoseo y manoteo alguien del público se pone violento y lo expulsan del local. Pero nada de esto hace que Motosierra deje de tocar. Obviamente. Para el final Marcos invita a subir a Silverados, Forgotten Boys y parte del público al escenario y así terminar cantando todos desacatados. Un final patético pero rendidor. Marquitos: Andá pensando nuevas poses para el próximo show y comprate el Kama Sutra!

Bryan Adams en el Estadio Centenario

BRYAN ADAMS por Marcelo Marques
Estadio Centenario 02/03/2007

Publicado en www.bandajoven.com
Marzo de 2007

No recuerdo la última vez que algún artista se haya presentado en el Estadio Centenario sin contar festivales (CREA y Fiesta de la X.) Por lo general, en los últimos años los recitales de público masivo se han hecho en el Velódromo. Pero sin duda un artista como Bryan Adams con 47 años arriba se merecía rotundamente el Centenario. Cambiado de fecha para un día después, el recital fue suspendido el 1º de marzo por problemas meteorológicos que afectaron el vuelo del artista desde Buenos Aires a Montevideo. De todas maneras el clima del viernes favoreció la presentación.
Luego de atravesar la cancha corriendo, Bryan Adams subió a las tablas a las 22:00 hs. aprox. para abrir su “Anthology Tour” con “Can´t stop this thing we started” y recorrer por una lista de éxitos toda su colección musical (“I need somebody”, “All for love” - el tema central de la película Los Tres Mosqueteros que cantaba con Sting y Rod Steward – y sus decenas de hits pegadizos.) Aunque el escenario no era nada del otro mundo, lo novedoso era la originalidad de la disposición en que estaban situados dos micrófonos en cada extremo del mismo por el cual el canadiense y su guitarrista desfilaron en la noche. En su primera visita a Uruguay, agradeció a la audiencia y contó que la noche anterior había salido a conocer la ciudad (terminó en Fun Fun.)
En “Summer of ‘69” (si no conocés esta canción comprate una radio) la Tribuna Olímpica se vino abajo y se acurrucó en el bolsillo del artista, quién vestido de negro al igual que los restantes integrantes de la banda (guitarrista, bajista, baterista y tecladista) siguió regalándonos una seguidilla de clásicos como “Let’s make a night to remember” y “Back to you”.
El primer contacto físico (sí, físico!) con los fans fue acompañado por “The best of me” cuando Bryan bajó por una estrecha escalera sostenida por unos securities y se dejó llevar por el instinto hacia una parte del pogo (en su mayoría femenino) hasta introducirse en él. Todos se acercaron y extendieron sus brazos para tocar al artista que continuaba cantando perdido entre la multitud. El regreso al escenario fue ovacionado. Cuando subió hizo un gesto a modo de comicidad tocándose el culo y mirando para atrás como forma de justificar el manoseo del cual había sido víctima voluntaria. Así coqueteó con el público hasta elegir a una chica del pogo para que cantara “When you’re gone”, tema del disco On a day like today cantado a dúo con Melanie C. La diferencia es que no estaba la ex Spice Girls pero apareció Claudia La Elegida, quién trepó, habló con su ídolo, se le colgó y desafinó perforando así los oídos de los presentes. De todas formas, el público le regaló a la chica el típico cantito de tribuna “Olé, olé, olé, olé, Claudia! Claudia!”
La audiencia uruguaya se estaba divirtiendo como nunca con un excelente artista que pasó toda su carrera cosechando éxitos año tras año. Pero Bryan no fue el único ovacionado sino que su guitarrista Keith Scott se llevó miles de aplausos de la Olímpica. Corría, bailaba, ejecutaba su instrumento de espaldas, jugaba con éste al ula-ula y hacía coros y solos de viola. Impresionante.
El pop-rock y las baladas lograron que el público mayormente joven-adulto superior a los 25 años, se conectara toda la noche y no se aburriera ni un segundo. Luego de “The only thing that looks good on me is you” vinieron unos minutos de espera y apareció para brindar dos canciones más previas a un “Gracias Montevideo”. No habló casi español a lo largo del recital. La banda se despidió pero el broche de oro recién llegaba después de casi dos horas de show, cuando Bryan efectuó cuatro temas más a modo de adiós con su guitarra acústica. Conmocionado dijo que nunca había visto un público como éste. Sonó sincero, no protocolar.
Fue el primer recital masivo del año 2007en Montevideo de un artista internacional. ¿Habrá más este año? Ojalá que sí. Cerrando con “I’ll always be right there” de su disco MTV Unplugged Bryan se fue como volvió: atravesando la cancha corriendo. Imperdible. Una noche para recordar por siempre.

Jaime Roos en Piriápolis

JAIME ROOS por Marcelo Marques
18 de febrero de 2007, Piriápolis


Publicado en www.bandajoven.com
Febrero de 2007

La noche anterior a la presentación en Piriápolis, el nuevo show de Jaime Roos fue suspendido en Punta del Este por motivos del tiempo climático. Así que la gira presentación de “Fuera de Ambiente” comenzó en el balneario / ciudad de más variedad de turistas en verano.
Por las calles internas y por la rambla la gente parece hacer un vía crucis para llegar a ver al señor del bigote. Algunos se vistieron como quien va a una cita a ciegas y desfilan por una pasarela. El atardecer es una pintura de colores pasteles que sirve como previa mientras en el escenario prueban sonido. El último disco de Roos ya es cuádruple platino y no se vende en disquerías, sólo se puede comprar en las Estaciones Ancap a un precio menor que el habitual como forma de combatir contra la piratería. Las vidrieras de ciertos comercios están cubiertas de afiches presentando este show gratuito pero ninguno tiene el horario.
El público está listo en el Pabellón de las Rosas esperando al uruguayo. A las 21:30 Jaime sube al escenario para bajarse al instante por problemas con el sonido mientras el viento comienza a soplar. Cuando parece que está todo preparado Roos intenta conformar al público: “Muchas gracias por la paciencia. En 15 minutos comienza el show”, pero no. Sigue soplando. Fueron más de 15. Resoplando.
Un insustancial presentador intenta hacer diferencias entre uruguayos y argentinos a modo de participación sin tener mucha respuesta ni retorno. “Siga el baile” abrió el espectáculo con un gran coro murguista que fue el pilar fundamental en los mejores momentos del show. El segundo tema fue “Catalina” dedicado a la madre fallecida de Roos en el proceso de preparación del nuevo disco. El entorno panorámico es ideal: una caja abierta al mar con techo de noche oscura estrellada, alfombra de público, escenario de frente y paredes de balcones con curiosos mirones cómodos como palco estelar. La banda que acompaña a Jaime incluye al querido Hugo Fattoruso que en “Durazno y Convención” ejecutó el acordeón salvándole la voz al cantante. El viento sopla, el frío se instala y la turba multa lo presiente. Comienza un desfile de canciones como “Viviendo”, “El último tren pasaba” y un tema dedicado a su mujer Verónica que “anda por ahí”, señaló el señor Bigote. Aunque su voz ya no es la misma, Roos continúa su trayecto porque sabe que los músicos que lo cortejan son el soporte perfecto para la ejecución de sus obras. La banda sonó fresca. El público aplaudió entre tema y tema. Y se vino nomás “Amándote”, la cual fue coreada por todos los presentes. Fattorusso se destacó con un breve solo en los teclados. Entre los temas de “Fuera de Ambiente” sobresalieron “De la canilla” y “Por amor al arte.” La primera “debería llamarse La Bombachita”, acotó Jaime, y la segunda es una nueva murga. La gente siente frío. Algunos comienzan la retirada. Otros recién llegan. Hasta aquí todavía no se presiente una buena conexión con la audiencia que todavía no ha entrado al bolsillo. Sin duda los clásicos inmunes son los que la gente espera y los que hacen que haya una respuesta contundente. Frío. Y otra más: “Brindis por Pierrot.” Más frío. Yo sin abrigo. Gracias Jaime por este show. En serio. Pero me voy como se han ido tantos. Gracias Fattorusso. Mi retirada es con “Los futuros murguistas.”

Estelares en El Pony

ESTELARES por Marcelo Marques
-Obras narrativas suspendidas por el aire-
en El Pony Pisador al aire libre 21 de diciembre de 2006.

Publicado en www.bandajoven.com
Diciembre de 2006

Invitados por Cursi y presentando temas de su nuevo disco Sistema Nervioso Central, la banda de La Plata (Argentina) se subió al efímero escenario de El Pony para enseñarnos su actual rock melódico. Manuel Moretti (guitarrista y cantante), narrador que se alimenta de poetas tangueros, describió con su taciturna voz experiencias personales que solieron jugar en una ofrenda al dolor como los misterios más enigmáticos del universo. Acopladas a las guitarras viajeras sobre una base de batería y bajo, las leyendas de amores y desencuentros que Moretti cantó entraron en los oídos del variado público.
La calle Bartolomé Mitre estaba cargada de personas. Con el escenario dando la espalda a la Peatonal Sarandi, las mesas de los bares no sólo habitaban las veredas o los decks en boga sino también la calle. La gente iba y venía por las angostas aceras mientras otros se hechizaban con los Estelares. Los más cansados con tal de tomar una cerveza fría buscaban un asiento al menos, sin importar el calor en el interior de algún boliche por Mitre. Para ellos y algunos más, la música de la banda era el chill out de sus oídos.
Más allá del melodrama expulsado por las cuerdas vocales de Moretti, se pueden percibir sensaciones de la banda vinculadas más a la esperanza. “Ella dijo” fue sin duda la canción de su nuevo disco que más pegó en la noche de El Pony en donde los Estelares prometieron regresar mediante un “Hasta Siempre”.

Deep Purple en el Velódromo

DEEP PURPLE en Montevideo por Marcelo Marques
23 de noviembre de 2006, Velódromo Municipal

Publicado en www.bandajoven.com
Noviembre de 2006

Pocas megabandas internacionales pasan por Montevideo cada año, mientras que cruzando el charco, en Buenos Aires, cientos dejan sus esencias incrustadas. Por suerte tuvimos la oportunidad de tener en nuestro país a una leyenda británica. Desde adolescentes nü rockers hasta veteranos, desde metaleros fanáticos hasta curiosos presenciaron en el Velódromo a Deep Purple. Por delante de una tela con el nombre del grupo, que parecía gastada por tantos escenarios sobrellevados, Ian Gillan y los suyos entraron en escena con mucho poder. El canoso cantante comenzó a darle color al show mientras los otros cuatro integrantes le facilitaban como soporte exacto para que pudiera entonar. Sin ningún inconveniente en el sonido vibraron canciones clásicas del quinteto que hacían ovacionar al público entre tema y tema. Adelante, un adiestrado pogo extendía sus manos para que Gillan las tocara como suerte de recompensa. Con micrófono en mano el cantante sonreía a la gente y hasta señalaba a alguno que estaba ahí abajo. Tocó la armónica. Tocó la pandereta. Cantó bien. Pero sin duda alguna, quien se llevó la audiencia al bolsillo en más de una ocasión fue Steve Morse. Con sus solos de guitarra le daba a la noche el brillo perfecto. Plantado sin el resto de la banda sobre las tablas, en una especie de medley ejecutó la intro de Sweet Child O’ Mine como la clásica versión de Guns ‘n’ Roses. Ovación. Si bien los solos eran muchas veces demasiados extensos y obvios en tiempo, son bien típicos en este estilo de recitales, en donde el guitarrista siempre se luce y espera los aplausos. No hay duda, el peludo le robó las estrellas al cantante. Morse fue el centro de atención más veces que el propio frontman. También casi antes del final, Don Airey presumió con sus solos en teclados. Después de un intercambio de objetos -la banda tiraba púas y el público remeras- sonó la esperada Smoke on the Water que fue coreada por todos y que al escuchar el riff de la introducción aplaudió por completo.
El show rindió pero tendrían que pasar muchos largos meses para ver otra vez a Deep Purple, porque la manera en que basan sus presentaciones podría llegar a aburrir. Para el bis, otro clásico: Black Night. Esta vez volaron los palos de la batería. Luego de decir Unbelieveble cientos de veces, Gillan y los otros púrpuras emigraron dejando una performance auditivamente lúcida y directa.
Con las luces del Velódromo ya encendidas, muchos pedían púas a los securities de adelante. Hasta a los que desarmaban los equipos les pedían algún cable -de esos que miden metros y metros- en forma ingeniosa.

Massacre en DoS

MASSACRE en DOS Por Marcelo Marques
17 de noviembre de 2006


Publicado en www.bandajoven.com
Noviembre de 2006

Hay algunas bandas argentinas que cruzan el charco y no reciben lo merecido de este lado. ¿Será por las papeleras? No lo creo. Seguro que es cuando no hay suficiente publicidad que atraiga a los hambrientos del rock. Los Massacre tenían muchas ganas de tocar en Montevideo “porque es una ciudad cultural”, como dijo Walas, el cantante del grupo, encapuchado con su campera abierta color gris. Poca audiencia pero muy buenas canciones nos regalaron los argentinos el viernes 17 de noviembre en DOS. Venían de compartir el mismo escenario hace dos meses con Iggy Pop & The Stooges en Buenos Aires y se encontraron acá con un escaso público que disfrutó del show. “Gracias mi vida” exclamó Walas en más de una oportunidad mientras mostraba su panza cervecera à la Homero Simpson que se escondía tras su remera roja, “¿está todo bien?”. Cuando versionaron hardcore “The One I Love” de R.E.M. la gente se colgó un poco más y hasta apenas algunos se animaron a arrimarse bailando contra el escenario a los pies del grupo. Sin duda Massacre hubiera merecido más público del que estuvo aplaudiendo. Fue una presentación casi íntima. De todas maneras había un clima de ruido en la conexión con la audiencia; muchas de las ondas sonoras de la banda no eran recogidas debidamente por las personas. Más allá de esa interferencia, el gig fue contundente. Para cerrar nos regalaron “Plan B: Anhelo de satisfacción”, tema que abre su disco Galería Desesperanza de 1994 y que este año es reeditado en Argentina después de que Catupecu Machu la versionara para convertirla en un hit. Sería bueno que Massacre volviera, y que hubiera más difusión cuando vienen a Montevideo bandas del país vecino.

El Otro Yo en La Fiesta de la X 2006

EL OTRO YO por Marcelo Marques
Fiesta de la X, Parque Batlle, 11 de noviembre de 2006.
Escenario Estadio, Tribuna Ámsterdam.

Publicado en www.bandajoven.com

Noviembre de 2006

Demasiados minutos después de una extensa presentación de Alejandro Dolina con “La Venganza Será Terrible” se escuchó en el Centenario la voz robótica, ya clásica desde hace años, dando la “Bienvenida” a los otroyoianos y a todos los curiosos que andaban por el estadio. En la segunda presentación en este año de los hermanos Aldana en Montevideo, la banda argentina comenzó su show con “La Música”, el himno de Abrecaminos de 1999. Sobre una línea punk, las canciones empezaron a despedazar el lugar, una tras otra, son respiro, atropellando a quién se les cruzara por delante. “Hola!” sonrió María Fernanda Aldana saludando con sus dedos que descansaban después de cuatro potentes temas. Con un cuarto integrante -el guitarrista Gabriel Guerrisi (ex - Los Brujos)-, tocaron, saltaron y gritaron a todo pulmón “Corta el Pasto”, “La tetona” y “69”, ésta última con Criminal Voice de Daiana Kill como invitado cumpliendo con un excelente rol á lo O’Connor. La voz de Cristian Aldana hacía sacudir a todos los fans que estaban ubicados tras una reja que los separaba de sus ídolos. Los que podían la trepaban intentando tirarla abajo mientras la batería de Ray Fajardo taladraba duramente la Ámsterdam. En una demostración aplastante EOY fue expreso hasta el final colocando los temas lo más juntos posibles con pocos segundos entremedio. De sus últimos discos de estudio Colmena y Espejismos los que más partieron la cabeza fueron “Virus”, con María Fernanda a la voz, “Inmaduro” (el del video que aparecen en bolas), “Pecadores” (Faltó el patito! Jaja) y “Mascota del Sistema”, un tema rabioso contra el sistema político-social. Después de zambullirse de la batería al piso, de revolcarse y de tirar la jirafa, el guitarrista y cantante agradeció estar en la Fiesta de la X y anunció “Alegría”, la cual fue coreada como recuerdo imborrable por los fanáticos. Cuando recién parecía que el show debería empezar El Otro Yo saludó y se retiró del escenario con “Nuevo Orden” dejando a muchos con las ganas de poder verlos muy pronto otra vez.

Paulinho Moska en La Fiesta de la X 2006

PAULINHO MOSKA por Marcelo Marques
Fiesta de la X, Parque Batlle, 11 de noviembre de 2006.
Escenario Estadio, Tribuna Ámsterdam.

Publicado en www.bandajoven.com
Noviembre de 2006

Fue la primera vez que Paulinho Moska traía a esta banda que lo acompañó en su show a Montevideo. Con un baterista nacido en Uruguay que le dio al show el ritmo apropiado, un bajista y un tecladista, el brasileño y su guitarra se presentaron sobre el escenario para tocar básicamente canciones de su disco Tudo novo de novo. Comenzando con el tema que le da nombre al álbum, Paulinho con su nuevo peinado, una cresta á lo punk, le mostró al público su reconocible carisma y sus canciones alegres y entusiastas. Sonaron sus éxitos más conocidos como “Lágrimas de diamantes” y “Pensando em você” que fueron aplaudidos y coreados por la audiencia del Centenario que se había juntado para poder verlo y escucharlo. Pronto, una lista de temas permitió comprobar cómo el intérprete es tan humilde como auténtico. Cuando fue el turno de “A idade do céu” agradeció a Jorge Drexler (ya sabemos que es tu amigo, Paulinho!) como lo hace siempre que viene a Uruguay. Después de inflar sus cachetes y simular que volaba cual burbuja punkie, se despidió del escenario hasta la próxima, cada vez más ubicado entre los artistas brasileños referentes a la música más visitadores de la ciudad.

Babasónicos en La Fiesta de la X 2006

BABASÓNICOS por Marcelo Marques
Fiesta de la X, Parque Batlle, 11 de noviembre de 2006.
Escenario Estadio, Tribuna Ámsterdam.

Publicado en www.bandajoven.com

Noviembre de 2006

Cuando los Babasónicos entraron en el escenario y se prendieron las luces, el público ovacionó quedando a la vez boquiabiertos por los atuendos que vestían. Con una especie de bata de boxeador con capucha, encandilante y de color violeta, Dárgelos apareció en escena sonriente y alegórico cantando un tema de su último disco Anoche. Aunque el despliegue de brillo en la vestimenta era lo que más llamaba la atención, los problemas de sonido en el primer tema mayormente, no fueron desapercibidos. El sutil cantante entre pícaro y freak, remó toda la noche con su personal carisma tratando de dejar los defectos sonoros de lado. En “Carismático” y “Yegua” el público saltó y aplaudió conectándose claramente con la banda que entregaba una performance decisiva basada en canciones de sus últimos tres discos. Cuando se sacaron las batas de boxing, quedaron descubiertos con nuevos looks de los cuales el de Dárgelos era el más atractivo: ¡Estaba vestido con lentejuelas brillosas fucsias! Mientras los problemas de sonido fueron esfumándose, desfilaron hits psicodélicos como “Irresponsables”, “Risa” y “Putita” de Infame, y “Pendejo” y “Deléctrico” de Jessico. Cuando en “Suturno” el cantante embelesó: “Quiero revolcarme con vos, quiero, quiero, quiero”, más de una fanática se endulzó con la voz nasal del atípico seductor. Pero Dárgelos supo bien que en la gran tribuna Ámsterdam había muchos cómplices que entonaron las canciones, quienes conocen bien la estética con la que juega el grupo entre la música y la puesta en escena. Si bien en casi todos los shows de ese escenario esa noche (que había comenzado de día a las 5 p.m.) muchos jóvenes escalaron como monos la reja que hacía de seguridad cual militar-policía-security, en el gig de Babasónicos fue en el que alguien subió hasta mas no poder a muy pocos centímetros del tope. Las guitarras de Diego “Uma” Rodríguez y Mariano Roger arrasaron en “Así se habla” y “Luces”, canciones en las que el cantante quiere una explicación y pide justicia al arrogante rock, mientras el público hacía palmas moviendo las cabezas. Luego del inesperado pero solicitado bis dando el turno a “Fizz”, con Mariano tocando sobre un parlante con una problemática guitarra, los Babasónicos se fueron dejando un perfume resplandeciente en el estadio.

Rock en Ñ. Concierto Iberoamérica CREA (2ª parte)

OLÍMPICA Y LOS 7 VORACES (Segunda Parte) por Marcelo Marques
(Amaral, Nortec Collective, Arbol, No Te Va Gustar)

Publicado en www.bandajoven.com
Noviembre 2006

AMARAL
Tal vez la mayoría de los presentes tenían un preconcepto hacia este dúo de Zaragoza, España el cual fue desapareciendo en los 40 minutos que duró su presentación. Con un repertorio basado en canciones pegadizas más cerca de un pop amistoso que chicloso, el entusiasmo de Eva la cantante, hizo que el público aplaudiera y hasta más de un fanático gritara y cantara todos los temas. Vestida de negro la Amaral confesó: “Es nuestra primera visita a Uruguay. Es un honor estar en la patria de Galeano y Drexler”. Para la segunda canción “El universo sobre mi”, uno de sus éxitos, la española comenzó a apoderarse del escenario mientras lo recorría tocando la armónica. La voz penetrante y decidida dejó sorprendida a la multitud. Carismática y energética confesó: “Nos está llegando vuestro calor. Muchas gracias”. Ya con gran parte del público en la palma de la mano sonaron “Sin ti no soy nada” y “Días de verano” logrando meterse a la audiencia en el bolsillo. Después de un show ameno y eficaz los españoles se retiraron con “nuevos amigos de Uruguay”. Sin duda la sorpresa de la noche ¡Coño!

NORTEC COLLECTIVE
En el país de los bigotes y los mariachis no sólo existen los picantes y el narcocorrido. Existe el tech-mex, que está dando frutos en todo el mundo, un estilo parido por el Colectivo Nortec. Aunque su presentación quedó perdida en casi todo el Estadio, la excelente combinación de electrónica y vientos á la mex fue la banda de sonido de aquellos que bajaban de la tribuna hacia la platea para estar más cerca del escenario y así ver más tarde a Árbol y a No Te Va Gustar. Las imágenes que se proyectaban en las pantallas a modo de animaciones, lograban apenas que la audiencia moviera las cabezas. Ya al final del desfile de canciones tech-mex, en el último tema el público se animó a hacer palmas y a mostrar sus manos arriba. Luego de media hora los Nortec se retiraron con un “Gracias”, las únicas palabras mexicanas de todo el show.

ÁRBOL
“Ante todo somos hermanos” sorprendieron los Árbol junto a la célebre frase del Martín Fierro “los hermanos sean unidos, sino los devoran los de afuera”, refiriéndose al conflicto entre Argentina y Uruguay por las plantas de celulosa. La banda argentina fue recibida con ovación del público mayormente joven. A pura energía y con un poco de problemas en los micrófonos que más tarde se solucionarían, comenzaron a sonar “Trenes, camiones y tractores”, “Suerte” y “Chikanoréxika” de su último disco Guau!. Apelando a la complicidad de la audiencia en “Pequeños sueños”, uno de los frontmen pidió a los fanáticos que cantaran. Sin estar vestidos para llamar la atención transmitieron momentos energéticos de gran calibre sacudiendo el escenario. En “Soylazoila”, una chacarera arbolada, Edu Schmidt se tiró del escenario hacia el espacio que los separaba de la multitud. La versión guerrera de “Alta Suciedad”, joya de Andrés Calamaro, fue coreada por aquellos que recordaban ese clásico del Cantante. Para no quedar atrás Pablo Romero, el otro frontman se tiró pero ¡con la guitarra colgando! ¡bestia! Subió gateando al escenario cuando el Centenario se venía abajo en “Vomitando Flores”, pero inmediatamente se subió a una especie de caja y la usó de skate. El show se transformó en una comunión entre los artistas y los fans que no sintieron el frío del entorno por tanto saltar. Al final del ya clásico “El Fantasma” colaron fragmentos de Intoxicados y Bob Marley. Para la última canción los dos cantantes se bajaron de las tablas para despedirse de ese público fiel que los acompañó a lo largo de toda la noche energética.

NO TE VA GUSTAR
A la hora 0 llegó lo que la gente había estado esperando: No Te Va Gustar. Los primeros cuatro temas que abrieron el show fueron del disco “Este fuerte viento que sopla”. Entre ellos “La única voz”, la cual Emiliano Brancciari dedicó a su madre. Con una remera roja de mangas largas por debajo de un buzo negro con la inscripción “Destroy Fascism” el cantante le dio a la intro de guitarra de “Reevolución” un efecto muy cerca de lo psicodélico. Brancciari se la pasó agradeciendo. Primero a Pluna y a la Corporación Turística de Montevideo, que gracias a ellos pudieron llevar su música fuera del país. Lo novedoso es que la banda había estado en España unos días antes. Y después acusó: “Gracias al presidente de Huracán Buceo que nos vino a ver; porque el nuestro no!”, haciendo alusión a Tabaré Vázquez. Finalizando el clásico inoxidable “Nada para ver”, el guitarrista y cantante filtró una estrofa de “Maldición” de Once Tiros que el público la cantó como un karaoke espontáneo. Martín Gil, el trompetista le dio voz a “No Hay Dolor” mientras el cantante se fumaba un rápido pucho. A lo largo del impresionante catálogo del grupo, en las canciones más lentas, el Estadio se llenó de estrellas artificiales creadas con celulares y encendedores que se veían en toda la tribuna. “Verte Reír” fue la elegida para un medley con “Si me voy antes que vos” de Jaime Roos. El tema terminó juntando, en un ya clásico rito, en el medio del escenario a Emiliano, Mauricio Ortiz (saxo), Mateo Moreno (bajo) y Denis Ramos (esta vez con pandereta) tirados en el piso. Después de una hora y 43 minutos de show se despidieron con “No Era Cierto” dedicada a Pablo Abdala, el ex batero, quien “eligió otro rumbo”. Para el broche de oro: el Himno Nacional tocado por los NTVG y coreado como canción perfecta de estadio por el público, dando un final feliz a un concierto de ocho horas que convocó a 20 mil personas.

Rock en Ñ. Concierto Iberoamérica CREA.

OLÍMPICA Y LOS 7 VORACES (Primera parte) por Marcelo Marques
(Joe Vasconcellos, Arnaldo Antunes, Jorge Drexler)


Publicado en www.bandajoven.com
Noviembre de 2006

El sábado 4 de noviembre se realizó en el Estadio Centenario el “Rock en Ñ. Concierto Iberoamérica CREA” en el marco de un espectáculo que cerraba la XVI Cumbre Iberoamericana con siete artistas de diferentes países. A lo largo de ocho horas el show se realizó pacíficamente y sin ningún tipo de problema. Pasaron por el escenario: Joe Vasconcellos, Arnaldo Antunes, Jorge Drexler, Amaral, Nortec Collective, Árbol y No Te Va Gustar. La diversidad de estilos hicieron que la noche fuera de fina estampa y que la multitud respondiera en un estado de baile y aplausos permanentes. La alegre velada fue motivo de fiesta para casi 20 mil personas, no tanto así para los presidentes que ni siquiera por protocolo fueron.

JOE VASCONCELLOS
El show de Vasconcellos comenzó diez minutos pasadas las 18 horas y fue la apertura del Rock en Ñ. Con el sol detrás del escenario Joe y su banda iniciaron el set que tenían preparado. Aunque en los primeros temas hubo un pequeño déficit de sonido las canciones sonaron prolijas y alegres. Para la segunda canción Vasconcellos vestido con igual remera negra que el guitarrista, dejó la viola de lado para golpear las tumbadoras. “Es un placer estar aquí” afirmó el chileno mientras sus palabras se perdían intentando arrancar los primeros aplausos entre el público distraído que igual supo dar respuesta. Después de sus 30 minutos correspondientes el cantante tiró un beso a toda la Olímpica (que casi no pudo verlo porque el sol daba de lleno en los ojos) para despedirse entregando una performance sabrosa y ajustada.

ARNALDO ANTUNES
15 minutos más tarde de terminado el turno de Vasconcellos subió al escenario quien representaba a Brasil en este concierto: Arnaldo Antunes. Con tan sólo dos guitarras y un teclado la banda comenzó a comunicarse con la audiencia. Luciendo una gabardina color gris el tribalista arrancó a bailar y a descolocar la jirafa del micrófono. La movía para todos lados y de todas las maneras posibles. Así lo hizo en toda la presentación. A pesar de que el público continuaba algo desatento la voz grave e inconfundible penetraba en los oídos de los presentes. Para mejor distracción comenzó a aparecer en el cielo un helicóptero volando para la ocasión: la Cumbre. Aunque el ex Titãs no estaba vestido con colores alegres (típicos de Brasil), en el tercer tema viajó por el escenario con el micrófono cual amigos de aventuras, haciendo de su gabardina las veces de capa de superhéroe. Pero por suerte desde la séptima canción en adelante los cósmicos bailes lograron que el público hiciera palmas, en especial en el penúltimo tema donde el acordeón se ganó los aplausos de todos. Antes de irse y para mostrar que podía fabricar más monerías improvisadas, el superhéroe brasileño se sentó para cantar y dio una vuelta de carro para atrás, dejando un clima fresco en la cuasi-noche del Estadio.

JORGE DREXLER
Cuando el sol ya había apenas desaparecido, una cuerda de tambores asomó sus ecos junto a un dj. La mezcla de candombe y electrónica generó la atención de la audiencia. Cuando apareció Jorge Drexler se sintió la ovación de la casi completa tribuna Olímpica. Los primeros temas “Polvo de estrellas”, “Hermana Duda” y “Eco” fueron muy buenas versiones remixadas. En la mitad de “Eco” se escuchó nuevamente una ovación por la entrada al Palco Oficial de autoridades y de algún par de personajes políticos entre ellos el Intendente de Montevideo Ricardo Ehrlich. “Yo me crié en dictadura” expresó Drexler, “es bueno que la gente que está sentada aquí adelante fue elegida por el pueblo para estar ahí” refiriéndose a quienes estaban en el observado palco. En “Disneylandia” (tema de Antunes incluido en el último disco de Drexler) la combinación de humo y luces blancas envolvieron al uruguayo mientras narraba esa gran historia. “Están cantando los jefes de Estado” exclamó entusiasmado el irónico y conmovedor intérprete cerca del final del show. Mientras presentaba a su multicultural banda (con integrantes de Uruguay, Argentina y España) la publicidad de Movistar en las pantallas se aprovechaban de la situación y abusaban del público. Si bien faltaron la esperada “Al otro lado del río” y su reciente versión de “High & Dry” de Radiohead (incluida en su última placa), el cantante nos brindó un concierto redondo y efectivo en el que prometió una próxima oportunidad para volver a verlo.

Al terminar Drexler, los pocos ocupantes del Palco Oficial se retiraron dejando que el personal desarmara esa estructura que obstruía la visión desde la platea.

Entrevista a Leo Sónico de The Supersonicos

LEO SÓNICO (de THE SUPERSÓNICOS) por Marcelo Marques

Entrevista realizada el 3 de agosto de 2006
Publicado en Revista de Arte Vademecum Número 9

“En Brasilia no nos conocía nadie y nos metimos al público en el bolsillo”

Supersónicos es una banda que en el escenario disfrutan sus shows como nadie. Los he visto muchas veces y siempre me he divertido un montón. Recuerdo que en 2004, tocaron en BJ y le pregunté a Leo si podía tomarles unas fotos, y así fue, son éstas que están publicadas aquí en esta nota. La entrevista a Leo fue breve y provechosa. Luego de estar en Brasil comienzan los preparativos para el nuevo disco. Leo quiere mayormente que el disco, el cual comenzarán a grabar a fines de agosto, sea una sorpresa, y por eso se reserva un poco de información. “Vamos a ir mezclándolo y supongo que en el último tercio del año va a estar para ser adquirido o escuchado por las personas, no importa que no lo adquieran, lo pueden escuchar igual de muchas formas”, dice Leo.

- Pero ¿qué más nos podés decir de este nuevo disco?
- Los temas están todos compuestos. Hay cerca de una veintena de temas. Vamos a aprovechar para grabar algún cover y supongo que de eso sacaremos el disco.
- ¿Van a incluir covers?
- Vamos a grabarlos. Siempre cuando entramos en estudio grabamos esas cosas y a veces las regalamos como bonus tracks en ediciones especiales. El disco no tiene un cover digamos. Pero vamos a grabar unos temas, un tema de Kraftwerk por ejemplo, en realidad son dos temas...
- Y lo hacen ustedes en uno, tipo un medley...
- Claro, hacemos uno y lo vamos a tener ahí para que quede bien grabado y después veremos que hacemos.
- ¿Quién decidió hacer esos covers?
- Kraftwerk es una banda que a todos nos gusta por su imagen, pero es raro que vayas a la casa de alguno de nosotros y estemos escuchando Kraftwerk. A todos los respetamos, consideramos que son unos genios. Creo que tenemos 3 o 4 discos. Esto es como una cooperativa, como somos tres hermanos y un casi hermano, los discos pasan de casa en casa, “tenemos” quiere decir: alguno de nosotros cuatro tiene algún disco. Por lo general, los covers los hacemos sin escuchar el tema, los hacemos de memoria; después nos pasa que escuchamos el disco y decimos: “Ah! Pero era en otra nota. Y bueno, ésta es nuestra nota”.
- Es como una versión entonces...
- Es que no nos gusta hacer covers, nos gusta hacer una versión. Y ésta es una versión básicamente instrumental y cantamos una partecita de uno de los temas.
- ¿Van a haber temas cantados en el disco?
- Va a haber mucho más temas cantados que en nuestros anteriores discos, eso es uno de los cambios que va a haber.
- Todos los discos de los Supersónicos tienen una temática ¿cuál será la del nuevo?
- Es un disco discontinuista en realidad, así que, ya se van a enterar, capaz que no tiene una temática. Los otros tres discos anteriores cerraban como una especie de trilogía y éste va a ser la oveja negra.
- Como el Mundo Pistola (primer cassette de 1994, Ruta 66 Records)...
- No se puede adelantar absolutamente nada. Es un secreto de estado.
- ¿Porqué Supersónicos están en contra de los alienígenas y no quieren ser amigos?
- Lo que pasa que la excusa de la amenaza exterior es un llamado a la unificación de la humanidad. Pasa en todos lados, ahora está pasando en el Líbano, donde chiítas y sunnitas se están uniendo contra un mal mayor que es que les están bombardeando la ciudad todos los días. Después, cuando termine el bombardeo y se arreglen un poco, se vuelven a pelear entre ellos. Lo mismo pasa con todos los terrícolas. De hecho, nosotros con esta cruzada anti alienígena lo que estamos deseando es que venga una invasión alienígena, así por lo menos se terminan algunas cosas que nos tienen bastante atrasados culturalmente a los seres humanos. Podemos unirnos contra un enemigo común y darnos cuenta de que hay mejores cosas que hacer que andar bombardeando.
- Entonces, como que en parte esperan que haya un ataque extraterrestre pero a su vez ustedes tratan, con el reverb, de que no lleguen siquiera...
- Bueno, eso es un poco la cosa ilógica que tiene todo. No sería una comparación feliz pero las agencias que controlan el tráfico de estupefacientes sino hubiera tráfico de estupefacientes no funcionarían. Entonces, de la misma manera nosotros oponiéndonos a los extraterrestres estamos reafirmando de que existen y de cierta manera estamos deseando de que llegue el momento en que estén aquí para unirnos en esta lucha.
- ¿Porqué utilizan el efecto reverb?
- Podría hacerte una explicación freudiana y decirte que cuando uno está adentro del útero materno todo se escucha como una pequeña reverb porque tiene el oído en el liquido amniótico. A partir de ahí los primeros sonidos que el ser humano escucha son como con una especie de reverberación, con un retardo. Freud diría que nuestra afición por el reverb viene un poco por ahí, por tratar de emular estos primeros sonidos que escuchamos. Otro tarado puede decir que es porque cuando nos compramos el equipo Fender y le subimos el reverb al mango nos encantó. Todas las explicaciones son valederas y a veces no importa tanto la explicación que uno le da sino la significación que el escucha le da a lo que está sonando.
- ¿Tenés una marca preferida de guitarra?
- Sí, yo estoy en una relación como de boda de plata con mi guitarra que es una Fender Jazzmaster. Para mí no hay mejor combinación que el sonido de una guitarra Fender en un equipo Fender. Mi hermano Tito te va a decir que él está muy conforme con su Gretsch. Pero para mí la guitarra puede cambiar pero el equipo tiene que ser Fender.
- ¿Ustedes llevan los equipos a cualquier lugar que toquen?
- Siempre que podemos. También somos de la postura de tratar de viajar lo más liviano posible. Cuando salís al exterior, pedís que te pongan un equipo de esos o lo más parecido que se pueda conseguir.
- Cuando salen de gira ¿van en la camioneta sónica?
- Sí, el móvil sónico. Acá en Uruguay sí. La compramos para esa función. Nos gusta hacer todo, nos gusta hacer los fletes, cargar los equipos, tenemos gente que nos ayuda pero es algo que disfrutamos. No nos gusta mucho eso de llegar, colgarse la guitarra y tocar, que hay mucha gente que lo hace, que le gusta y lo disfruta. ¡Ojo! También eso genera trabajo en otras personas y está bueno generar fuentes de trabajo. Igual siempre que hacemos algún recital, siempre que lo permita, que haya un lugar para más de 100 personas tenemos gente que está laburando con nosotros.
- ¿Cuál es el lugar donde tocaron ante más público?
- Yo te diría que fue ahora en Brasilia que tocamos en el Festival Porão do Rock que habían unas 15 mil o 20 mil personas.
- ¿Quién más tocó ahí?
- Tocamos con Titãs...
- ¡Ah sí!...hablaron de ustedes en la revista Rolling Stone...
- Sí, muchos periodistas nos felicitaron. Y después acá en la Fiesta X, que es imposible decir cuanta gente te está mirando a vos, pero bueno, son eventos grandes. Y el de Brasil estuvo muy bueno porque realmente, más allá de que alguna gente nos conoce en Brasil, nunca habíamos ido a esa ciudad. Ahí sí que no nos conocía nadie y nos metimos al público en el bolsillo y estuvo muy bueno.
- Ustedes empezaron escuchando punk...
- Nosotros crecimos del punk, que fue lo que nos enseño a tocar, o sea nos enseño lo primero que hay que aprender: que no precisas saber para tocar. La enseñanza es que no hay enseñanza. Teníamos ganas de tocar, veíamos que nuestros ídolos o la gente que lo había hecho se había largado sin saber absolutamente nada. Entonces, el encare nuestro siempre fue punk. No somos músicos virtuosos, no sabemos leer partituras, no nos interesa, esa es la enseñanza punk: “Tocá la canción que te sale tocar”. Y a la vez eso lo mezclamos con mucho de los ’50, esas son nuestras dos grandes vertientes, y después toda la música que nos acompañó mientras nos estábamos formando como personas: Pixies, Devo, cosas así de los 80, de los 90, el rock alternativo.
- ¿Cómo ves el proceso musical que ha tenido Uruguay en los últimos años? ¿Qué opinás de la moda rocker?
- Está bueno que pase, que un tipo pueda imprimir mochilitas con logos de bandas y las venda, y que el pibe que se quiera identificar. Yo cuando iba al liceo la gente en vez de ponerse el nombre de una banda de acá se ponía: Sex Pistols, Clash, Exploited, la gente sabía lo que era el punk, no como ahora que a cualquier pibe le preguntás lo que es el punk y piensa que lo creó Green Day...
- O Blink 182 capaz...
- Cosa peor todavía... ¡dejá que piensen que fue Green Day!...(risas). Es una identificación cuando sos joven. Ahora, de esta gran movida que hay del rock yo desconfío un poco. En particular disfruto con menos gente escuchando más las canciones y los discos, que tanta gente yendo como ganado de un lado para otro pero sin prestar mucha atención lo que están escuchando. A veces más no significa mejor. Hay gente que quiere ver cierta competencia entre las bandas, cosa que acá, por la cultura, no se da. No es como un club de fútbol que una banda pasa a la B y otra sube. Vos tratás de hacer tu canción lo más honesta y mejor posible, si el que está al lado hizo una canción que está buenísima, bien por él. Nunca una buena canción de otra banda va a afear una tuya. No nos gusta la futbolización de ningún fenómeno, ni de la música, ni de la política, ni nada. Por eso, por lo general, nos gusta ser una banda que no la va a ver gente con banderas.

Entrevista a Gustavo Antuña De Buenos Muchachos

GUSTAVO ANTUÑA (de BUENOS MUCHACHOS) por Marcelo Marques

Entrevista realizada el 4 de mayo de 2006
Publicado en Revista de Arte Vademecum Número 8 (2006)

“Hacemos música climático al pecho. Ese es nuestro estilo”

Después de más de dos años de editado Amanecer Búho, último disco de Buenos Muchachos, y de haberlo tocado en vivo hasta el cansancio, la banda ha decidido lanzar en este 2006 una nueva placa que será grabada en Uruguay y será lanzada por el sello Bizarro. Además de estos nuevos planes, Gustavo Antuña, guitarrista, nos lleva en el tiempo hasta los comienzos de la banda en el boliche Juntacadáveres y nos cuenta que bandas lo han influenciado y cuales les gusta actualmente.

- ¿Cuáles son los proyectos de Buenos Muchachos para este año?
- Concretamente lo que vamos a hacer es grabar. El disco saldría este año. La mitad del disco ya está hecha. Hay ideas que estamos armando ahora y supongo que alguna cosa momentánea sale también. Entramos como bastante armados al estudio, esa es la idea.

- ¿Ya han tocado temas en vivo de este nuevo disco?
- Ya estamos tocando alguno que otro. Hace dos años del Amanecer Búho, y seguimos laburando, seguimos ensayando, siguen saliendo cosas, lentas o no, que se van probando, y son los temas más frescos. Y vas a tocar en vivo y tenés dos temas frescos y el resto de los temas que estás re podrido de tocar. Hay temas que ni siquiera hemos tocado que ni siquiera están armados, que están ideados y vamos a probar.

- ¿Cuáles son los títulos de los temas nuevos?
- Humo blanco. Billete de oro. En la nada. El título así en el aire no dice nada pero con su letra...eso es más bien lo que estamos tocando ahora. Milagros que ya es como viejo para nosotros. Están los temas como armados, hay cosas que van, cosas que salen. En el momento en el estudio veremos como armar el disco. También cuando estás grabando hay pila de cosas que en tu cabeza tenés que después cambian.

- Ustedes han cambiado de sello...Comenzaron con Pulmón Records ¿qué pasó con ese sello?
- Pulmón Records es un sello que hizo Buenos Muchachos para sacar el disco Nunca Fui Yo. Un amigo se copó con nosotros y nos pagó un estudio. Fuimos a Agadu, dijimos que queríamos hacer un sello, entonces te dan un número de registro y directamente hacés las copias de cassettes en tu casa, pero no pirateas porque pagaste. Nosotros el día de mañana podemos sacar un disco así porque el sello está abierto. Lo que vos hacés en el cassette o en el disco es poner el número de registro y eso te hace legal.

- Y después de 10 años ¿les cambió la cabeza?
- Supongo que hay un proceso musical...

- Y en cuanto al público...se abrió un poco...
- Me parece que lo que nos pasó es que el Amanecer Búho nos dio eso de los Graffiti, que nos dio pila de publicidad y como que ampliamos un poco el público. A su vez que me parece que el público en Uruguay están más guachos, están ya escuchando más rock de hace 3 o 4 años para atrás.

- ¿Con que bandas se identifican los Buenos Muchachos de afuera de Uruguay?
- No sé, te juro que para mí es tan personal los Buenos Muchachos. Tenemos un poco de todo.

- ¿Con que estilo se definen?
- Nunca usamos esa definición. En un momento dijimos: Hacemos música climático al pecho. Ese es nuestro estilo. Nos eriza la música que hacemos. Porque lo de las referencias...tenemos millones de referencias. Yo escucho música, el Pedro escucha música, todos escuchamos mucha música. Y entre nosotros tenemos pila de cosas diferentes. Se va mezclando.

- Ustedes nacieron en la cuna de Juntacadáveres...¿cómo fue eso?
- Juntacadáveres era un boliche, bueno, era un centro cultural literalmente. Abría de lunes a domingo. Nosotros empezamos a tocar en el 92, y fue en el primer lugar que tocamos. Bueno, en realidad nuestro debut en vivo fue en el cumpleaños de la esposa de nuestro bajista del momento, y eran 40 amigos, pero fue como la prueba de fuego. Cuando tocamos frente a un público público fue en Junta. Ibas un martes y estaba A la cama con Ana, que era una mina que hacía entrevistas en una cama, ibas un miércoles y tocaba Andy Adler percusión con no se quién. Toda la gente que estaba haciendo arte por ahí pasaba y les abrían la puerta. Y fue lo que nos pasó. También estaban Neanderthal, La Hermana Menor, Chicos Eléctricos, los Supersonicos, Cadáveres Ilustres...estaba el Tano Angilieri de Exilio Psíquico, eso fue posterior pero seguramente andaba por ahí en esa época, no recuerdo bien, capaz que estoy mezclando. Pero había un toco de cosas.

- Ahora no hay un lugar así...
- En un momento creo que Perdidos lo fue, y ahora puede ser un BJ. Como Juntacadáveres en particular, que juntaba de todo...no. BJ capaz que es más sólo Rock.

- Y El piso capaz...vendían ropa y los jueves había Rock en vivo...
- Ahí está....eso puede ser algo parecido. Era terrible lugar ese. Era muy extraño.

- ¿Cuales son los guitarristas que te influenciaron?
- No soy mucho de sacar temas, soy más de agarrar la guitarra y enroscarme en hacer cosas. Pero en algún momento me re copaba el guitarrista de los Butthole Surfers, es una banda muy extraña. El guitarrista de Radiohead me parece increíble, las guitarras que hay en esa banda es una cosa genial. No soy un gran conocedor o un gran seguidor de guitarristas, soy más personal, o escucho música y no doy bola, o me enrosco con la guitarra y saco cosas. Estudio a Bach, por ejemplo, me copo con Bach, pero no tengo un icono de guitarrista. Tengo guitarristas que me parecen alucinantes y me llaman muchísimo la atención; seguramente en algún lado quedan y después los reflejo.

- ¿Tenés alguna marca preferida de guitarra?
- Yo ahora tengo una Gibson, antes tenía una Fender que me costó un huevo, me gustaría tener las dos pero troqué porque no podía comprar las dos. Pero si pudiera elegir tendría 3 o 4 guitarras seguro. También tengo una acústica. Fui armando de a poquito. Todo me lo fui comprando con huevo en años. Ahora igual hay mucho más que antes, cuando fui a comprar la Gibson eran dos. Ahora tenés un poco más de movimiento. La variedad es infinita.

- ¿Con que bandas te sentís identificado de Uruguay?
- Con La Hermana Menor, capaz que por un poco de similitud; con los Supersonicos, un poco por la amistad y por la sangre pero musicalmente no tenemos nada que ver, creo que es más por el lado sentimental y amistoso. Somos bastante personal, no digo que seamos únicos, ni ahí, somos como...diferentes.

- ¿Estuviste laburando en el disco de Dante Inferno?
- Son super buenos instrumentistas y los arreglos que tienen son de la puta madre. Nos fuimos a Atlántida, Marcelo (de Buenos Muchachos) y yo como de productor, fue Marcelo más bien el productor, fue el que laburo a full. Pasamos 3 días super divertidos. Grabando casero, y Marcelo produjo, editó. Otra banda nueva que es Pompas me parece super interesante. Me encantan como suenan los Motosierra en vivo, no es el tipo de música que yo escuche y es muy particular el estilo. Y con los Supersonicos me pasa lo mismo, los gozo mucho más en vivo.

- ¿Qué bandas has visto en vivo del exterior?
- Chico Science me gustaron pila. Yo la tengo, que tocamos con ellos, me encantó. Divididos y Las Pelotas, que tocamos también con ellos, me gustaron. Después vinieron y tocaron con los Chicos Eléctricos y vi un recital con una potencia como pocas veces vi, me partieron la cabeza, era un show salado. Tres tipos tocando como una máquina. El show de Lou Reed acá me pareció buenísimo.

- ¿Y a Luna los viste?
- Los ví, esa vez me gustaron más los Supersonicos que Luna.

- ¿Ramones acá?
- No, no los fui a ver. Nunca me colgó la onda. Entre más por Pink Floyd.

- Es que Buenos Muchachos tienen más de Pink Floyd...
- Sí...más volátil...aunque tuvimos épocas punkies siempre escuchamos mucha música con climas, cortes, cambios...

- Por eso te gusta Radiohead...
- Si, claro, me parte la bocha. Mercury Rev es otra banda que esta buenísima. Los Flaming Lips. Brian Eno me encanta. Tengo mis etapas. Albert Plá me parece alucinante.