martes, 17 de julio de 2007

Entrevista a Rodrigo Gomez de Sordromo (Segunda Parte)

RODRIGO GÓMEZ por Marcelo Marques

Entrevista realizada el 23 de marzo de 2006

“En Suecia la clase de música era una sala de ensayo con sintetizadores”

Tiempo antes de que Rodrigo Gómez formara Sordromo (banda que ya tiene diez años), había vivido en Suecia, lugar al que llegó “sin quererlo” en la época en que Uruguay estaba en dictadura. El país nórdico además de resguardarlo le brindó buena música con la cual creció. Allí tocó con muchos amigos y asistió a grandes festivales de música en vivo en los países del norte. La primera parte de esta entrevista se publicó en la Vademécum 7, en la cual se enfatizó en la banda en sí misma; esta segunda parte es más personal y nos acerca un poco más a la historia de cómo creció Rodrigo y cómo fueron sus primeras experiencias con la música.

- Estuviste en Suecia viviendo...¿Cómo fue esa historia?
- Yo me fui exiliado de chico. En la época de la dictadura gran parte de mi familia estuvo presa. Cuando yo nací mi madre estaba presa, y yo nací ahí; y cuando salió nos fuimos. Estuve gran parte de mi vida en Suecia.

- Y ahí en Suecia ¿qué música escuchabas?
- Una cosa que a mí me gustó de Suecia personalmente por la edad que tengo, es que en el momento que empecé a elegir la música que escuchaba, estaba en un país donde primero, la cultura se respeta salado, porque es cultura y segundo porque es negocio. La música uruguaya, el cine uruguayo, el arte uruguayo podría ser negocio, y lo es para alguna gente, aparte de ser creativo y aparte de ser un escenario para que las cosas funcionen. En Suecia, que es un lugar muy especial, nosotros a los once años en la escuela teníamos clase de música y nunca te nombraban a Beethoven. La clase de música era una sala de ensayo con sintetizadores, batería...Son un país de ocho millones y son el tercer productor musical del mundo.

- ¿Escuchabas esto por ejemplo? (le muestro un disco de Gyllene Tider, una banda de Suecia de los 70s, 80s)...¿conocés?
- Sí, eso es una de las primeras cosas que escuché. Y a parte yo tengo un hermano político más grande que era punk, en el ‘82 más o menos. Él era punk de diez años y yo era “nada” de siete. El primer disco que me enamoré y que quería escuchar mucho era “Zenyatta Mondatta” de The Police, pero él no me dejaba usar sus discos, me cagaba a trompadas si yo ponía los vinilos; yo tenia que esperar que él llegara y decirle: “Poneme tal tema”. Me gustó entrar en contacto con eso, aunque las razones por la cual me gustaba Police en esos momentos eran muy diferentes a las de ahora. Después, me gustaban muchas bandas de allá, por ejemplo ellos (señalando el disco arriba de la mesa) Gyllene Tider, que cantaban en sueco y yo entendía lo que decían. Una de sus primeras canciones hablaban de rozarse con los cuerpos y para mí era pornografía explícita cuando tenía 7 años, y en realidad la escuchas ahora y es re inocente.

- ¿Allá en Suecia tuviste alguna banda?
- Sí. Cuando vino la democracia me vine para Uruguay y después me volví a ir. En realidad yo hice todo el liceo acá. Cuando volví a Suecia retomé algunas cosas de liceo para actualizarme pero acá estuve 6 años exactos. Entonces, las primeras bandas de música que tuve fueron acá. A los quince estaba en Uruguay y a los dieciocho me fui cuando apenas terminé el liceo, volví a Suecia ese mismo verano.

- Contame sobre tus bandas en Suecia ¿En qué idioma cantaban?
- Allá toqué con bastante gente, nunca encontré tocar con una banda que hubiéramos hecho una carrera. Tenía muchos amigos con los que tocaba en todos los idiomas. Toqué con una banda que eran unos como ex punks, que seguían siendo punks pero el sonido no era tan punk, fue el momento en que salió Stone Temple Pilots por ejemplo y bandas así. Recuerdo que hacíamos un cover del primer disco de ellos, que en aquel momento era una banda de: “pa!...mirá lo que conseguí”. Era amigo de los Satanic Surfers, que ellos sí siguieron tocando por todo el planeta, y el cantante, Rodrigo, que es uruguayo sigue siendo amigo mío. Entonces, yo estaba en esa movida.

- ¿Te hubiera gustado quedarte?
- Lo que pasa que hay una cosa que es el plano personal, a mí la música siempre me fascinó. Pero, antes de volver a Uruguay, en realidad yo había vuelto a Suecia de Estados Unidos, donde había estudiando música un año porque me dieron una beca, y estaba atomizado de tanto estudiar. Estábamos en Los Angeles, California, que es como el mejor lugar del mundo para hacerse mierda, y en un momento me pasó que, entre el aturdimiento y el desbunde, un viernes les dije a mis compañeros de pieza: “El lunes me voy”. Estábamos al pedo gastando la guita que no tenía en romper las pelotas. Cambié la fecha del pasaje y volví a Suecia donde junté plata para pagar deudas. En realidad, después me vine de visita a Uruguay y me quedé.

- ¿En que año fue eso?
- Eso fue en el ‘95. En el ‘96 entero yo estuve acá.

- Y en el 96 nació Sordromo.
- Sí, cuando volví le toqué timbre a muchos amigos que quería ver, y en esas vueltas fue que nos juntamos. Lo que decía de lo personal es que yo me había pasado la vida mudando, de país, de apartamento. Viví en muchos lugares en mi vida, entonces, estaba en una crisis, no sabía ni de donde era ¿era de todo el planeta o no era de ningún lado? Cuando vine acá tenía acento raro y me cagaban a trompadas. Nunca tuve problemas pero es algo fino ¿no? El resto del tiempo todo bien. Pero igual necesitas una identidad y yo estaba como perdido. Entonces cuando vine acá, estuve un mes, y dije: “Me voy a quedar”. Sentía que era donde había nacido, donde me había tenido que ir sin quererlo. Así como cuando me fui de EEUU a Suecia, de la misma forma, decidí quedarme acá de golpe. Yo no había venido a tocar, en aquel momento le pedí a mi madre que me mandara la guitarra, y me mandó mis cosas.

- ¿Cómo fue el viaje de los niños exiliados?
- Fue en el ’82, creo. Como una especie de medida de protesta contra la dictadura, se organizó un viaje en un avión entero lleno de hijos de exiliados y presos desaparecidos, que vino a Uruguay a visitar a sus familiares o a sus padres que estaban presos, y yo vine. No es algo tan conocido. Me enteré que un amigo que tiene otra banda también había venido y nos enteramos ahora: “Ah..nosotros estuvimos en el mismo avión hace veinti pico de años”.

- Cuando vas a comprar discos ¿buscás el disco de alguna banda que no conseguís acá y vas a una disquería a ver si está?
- Sí, o aprovecho cuando estoy en Argentina o en Chile que hay más discos, o cuando fui a Suecia aprovecho y compro.

- ¿Has vuelto a Suecia?
- Volví una vez sola en el 2001.

- Y las bandas retro, porque está de moda lo retro internacionalmente. ¿Te gustan o no?
- Todas las bandas que suenan retro no me gustan, es como todo, hay un número tal que son buenísimas y hay un montón de basura como en todos lados. Lo que pasa es que como vi pasar más modas yo sé que las cosas suben y bajan, porque ya lo viví varias veces, no es que alguien me lo explicó. Es una búsqueda de como que algo se agota y se busca otra cosa y me parece sano.

- ¿Qué bandas retro te gustan? ¿Los Strokes, Los White Stripes?
- Los Strokes me gustan, me parece que son buenos. Demostraron que hicieron tres discos que están buenísimos y no es sólo una modita; son la cabeza de una moda pero ellos son buenos. Los White Stripes son buenos, Interpol son buenos, Bloc Party son buenos, o sea, si no estuviera de moda lo retro me pasas un disco de Strokes y me gusta igual. Como me podés pasar un disco de algo que no esté de moda y si está bien, está bien. Por ejemplo, Los Hellacopters son buenos, no importa cuando me traigas el disco, o Turbonegro son buenos, bueno eso no es retro, pero son cosas que se escuchan bastante ahora, por lo menos en ciertos círculos, pero yo lo escucho, lo doy vuelta y está bien por donde lo mires. Me parece que es eso que uno tiene la responsabilidad de sí mismo de filtrar un poco y de ver si está bien o si me lo están metiendo. Porque todo el mundo dice: “Yo hago lo que quiero”, pero eso es una gran mentira, o “Yo soy diferente” y en realidad hacés justo lo que quieren que hagas, entonces no sos nada.

- ¿Qué bandas internacionales has visto en vivo?

- Nirvana...

- Qué bueno...¿Dónde los viste?
- Los vi en el Roskilde en Dinamarca en el ‘92, en el mejor momento. Estuvo buenísimo. En ese festival me gustó por primera vez Pearl Jam que ya los conocía. Pero yo no era muy “grunge”, estaba con una onda que venía más del punk, y Nirvana me entró más, Stone Temple Pilots también...y venía también del metal. Había escuchado mucho metal como hardcore, Anthrax y todo eso. Entonces, cuando vi Pearl Jam en vivo dije: “Pa! la puta madre!”, me gustó. Ahí también vi a Megadeth, EMF, David Byrne, N-Tune que era una banda de death metal. Después vi Fishbone, Mighty Mighty Bosstones…

- Y estando en Uruguay de irte a Argentina...
- No, ir específicamente a un toque en Argentina nunca. Me boludeo. Pila de veces pensé en ir, pero pasan muchas cosas o porque coincide con que tocamos nosotros, pero me hubiera gustado ir a varias cosas.

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